SUDÁN DEL SUR: Empiezan las negociaciones de paz entre el Gobierno y fuerzas leales al ex vicepresidente Riek Machar tras los combates que han causado un millar de víctimas mortales
El 14 de diciembre tiene lugar un intento de golpe de Estado que el presidente Salva Kiir ha conseguido sofocar, aunque se han desatado duros enfrentamientos que han causado un millar de víctimas mortales. Kiir acusó al ex vicepresidente Riek Machar de orquestar el golpe y ordenó su detención, aunque éste negó estar detrás de los hechos. Seguidamente, las fuerzas leales a Machar tomaron el control de Unity, una importante región petrolera, y de Bor, la capital del estado de Jonglei y escenario de una masacre en 1991 entre las etnias dinka, a la que pertenece Kiir, y los nuer, etnia a la que pertenece Machar. Ambos bandos continuaron disputándose el control de otras localidades importantes en varios combates registrados en diversas partes del país. Mientras crecían los temores a que se estuviera gestando un nuevo conflicto, la ONU anunció la llegada de más fuerzas de mantenimiento de la paz. Las bases de la misión de la ONU en Sudán del Sur (UNIMISS) en Bor y Akobo, en el estado de Jonglei, fueron saqueadas y al menos 20 civiles y tres cascos azules indios murieron en el ataque a Akobo. La preocupación se incrementó tras la marcha hacia Bor de 25.000 jóvenes de la etnia nuer pertenecientes al grupo armado conocido como Ejército Blanco. Miles de civiles se refugiaron en las instalaciones de la ONU en la capital ante el ataque inminente de la milicia. Líderes de la etnia consiguieron persuadir a varios jóvenes del Ejército Blanco para que abandonaran la ciudad pero se cree que unos 5.000 se quedaron. Aunque Kiir y Machar alcanzaron un frágil acuerdo de cese de hostilidades, los enfrentamientos se sucedieron en Bor y Bentiu. Ambos bandos empezaron conversaciones de paz a principios de enero en Addis Ababa que incluían negociaciones para la liberación de presos y acuerdos para alcanzar un alto al fuego. El Gobierno anunció que solo contemplaría la liberación cuando se llevara a cabo la investigación y el proceso legal correspondientes. Por su parte, los rebeldes declararon que la detención de altos oficiales por parte del Gobierno seguía siendo un obstáculo para las negociaciones de paz. La ONU calcula que unas 1.000 personas han fallecido, más de 800 han resultado heridas y unos 180.000 civiles se han desplazado desde la escalada de la violencia en diciembre. (BBC, 17/12/13, 05/01/14; CNN, 18/12/13; Radio Dabanga, 18/12/13; Al Jazeera, 19, 28/12/13; Europapress, DW, 20, 21/12/13; Reuters, 18, 22, 29/12/13; UN, Reuters, 07/01/14; VOA, 08/01/14)