IRAQ: ISIS avanza en el control de territorios del noroeste de Iraq, provocando una escalada de violencia que deja más de mil víctimas mortales y medio millón de personas desplazadas
El grupo armado Estado Islámico de Iraq y Levante (ISIS) emprende una extraordinaria ofensiva en Iraq, ampliando su control de territorios en la zona noroeste del país. Tras haber tomado el control de Ramadi y Fallujah a principios de año, la organización –que aspira a redibujar las fronteras definidas por las potencias coloniales tras la Iª Guerra Mundial y a crear un Estado islámico en la región– tomó el control de Mosul (la segunda ciudad del país) y Tikrit (localidad natal de Saddam Hussein), entre otras, intensificando su cerco a Bagdad. En muchas zonas las fuerzas iraquíes huyeron ante el avance de ISIS y en otras, como Baiji (que alberga la mayor refinería de petróleo del país) se libraron feroces combates. A finales de junio ISIS declaró un califato islámico en las áreas bajo su control en Iraq y Siria. De acuerdo a una estimación de la ONU, entre el 5 y el 22 de junio más de 1.075 personas habían muerto en Iraq a causa de esta escalada de violencia, en su gran mayoría civiles. La cifra, que según la ONU debe ser considerada como un "balance mínimo" de víctimas mortales, incluye diversos episodios de ejecuciones sumarias de civiles, policías y soldados perpetradas por ISIS, y algunas realizadas por las fuerzas iraquíes. A mediados de junio, ISIS aseguró que sólo en Tikrit había ejecutado a 1.700 soldados. La violencia también motivó el desplazamiento forzado de cientos de miles de personas. Según la ONU, 500.000 personas huyeron de Mosul en una semana, elevando a más de un millón la cifra de desplazados por la violencia en Iraq en 2013. A finales de mes, el Gobierno iraquí había perdido el control de los principales puntos de cruce fronterizos con Siria y Jordania. La evolución de los acontecimientos también motivó que el Gobierno Regional del Kurdistán (KRG) desplegara sus fuerzas (peshmergas) en Kirkuk, una de las principales zonas en disputa entre Erbil y Bagdad. En este contexto, EEUU anunció el envío de 300 expertos militares para asesorar a Bagdad en la respuesta a la crisis, aunque se descartó el despliegue de tropas de combate. El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, viajó a Iraq para intentar promover el trabajo conjunto de los diversos sectores iraquíes en la lucha contra ISIS. No obstante, el primer ministro Nouri al-Maliki descartó la formación de un gobierno de unidad y mantuvo su foco en la respuesta militar al conflicto. El Gobierno iraquí ha estado promoviendo la creación de fuerzas paramilitares (en su mayoría de voluntarios shiíes) y la compra de aviones (a Rusia y Bielorrusia) con la intención de lanzar una ofensiva aérea contra ISIS. Líderes kurdos han alertado que la configuración del Estado iraquí está en riesgo. Diversas voces han subrayado que las políticas de al-Maliki hacia los sectores sunníes han favorecido la escalada de violencia. (Foreign Policy, 16, 19, 20, 24, 25/06/14; BBC, 21, 24, 26, 30/06/14; al-Jazeera, 25/06/14)