R. CENTROAFRICANA: La ONU asume el liderazgo de las operaciones de mantenimiento de la paz en medio de un clima de inestabilidad y división entre las milicias Séléka
El 15 de septiembre la ONU ha asumido el traspaso de las responsabilidades de la operación de mantenimiento de la paz en el país relevando a la MISCA, la fuerza de la UA que estaba intentando hasta el momento hacer frente a la grave situación que afecta al país. Diversas organizaciones han alertado que este relevo no supondrá un cambio sustancial en el país, y significará un simple cambio de cascos que no tendrá repercusiones a la hora de poner fin al grave clima de violencia que padece el país. 1.800 cascos azules y policías se añadieron al contingente que disponía la MISCA en el país, de 4.800 soldados y 1.000 policías. No obstante, la fuerza actual sólo dispone de dos tercios del contingente total de la misión, establecido en 12.000 soldados, y se estima que no se alcanzará esta cifra hasta abril de 2015, lo que ha desencadenado críticas ante el estancamiento de la situación. Algunos de los contingentes de la misión africana previa, la MISCA, se han retirado, y la UE está discutiendo una posible extensión de la misión EUFOR en el país por otros tres meses. Por último, en lo concerniente al clima de inestabilidad y violencia, existe una profunda división que reina entre los diferentes actores y grupos que componen Séléka, que todavía controla más de la mitad del territorio, el centro-norte del país. Sus principales líderes, Michel Djotodia y Noureddine Adam, son fuertemente cuestionados. La antigua rebelión, no obstante, supervisa el comercio de recursos naturales (a pesar de haber sido expulsado del proceso de Kimberley, el país sigue traficando con diamantes), controla las principales carreteras y ocupa edificios públicos. A principios de septiembre, se registraron importantes movimientos de tropas en el triángulo Kaga Bandoro-Sido Batangafo (norte), y Bambari (centro), lo que desató el pánico en Bangui, ante los rumores de una inminente ofensiva en marcha. Durante una semana, Bambari, donde cerca de 400 combatientes se reunieron, fue vigilado por la operación militar francesa, Sangaris, que reforzó su dispositivo en el camino a Bangui. No obstante, la amenaza se quedó en nada, ya que Séleká en la actualidad no dispone de los 10.000 combatientes bien pertrechados que amenazaron Bangui en diciembre de 2012 y le permitieron tomar la capital en marzo de 2013. (The Guardian, 16/09/14; Jeune Afrique, 27/09/14; 30/09/14)