TURQUÍA: Aprobado con el 51,4% de los votos el referéndum constitucional que establece un sistema presidencialista, mientras el ‘no’ se impone en grandes ciudades
El referéndum constitucional que establece el cambio a un sistema presidencialista en Turquía es aprobado por un estrecho margen, con el 51,4% de los votos y en torno a un 84% de participación, tras una campaña acompañada de tensión social y política. Según la misión de observación de la OSCE, la consulta transcurrió en condiciones desiguales, en que las dos partes no tuvieron las mismas oportunidades, la ciudadanía no recibió información imparcial sobre aspectos clave de la reforma constitucional y hubo limitaciones sobre las libertades fundamentales, que tuvieron un efecto negativo. La oposición denunció irregularidades, mientras el Consejo Supremo Electoral y el Consejo de Estado rechazaron la petición de anulación de los resultados. El “no” a los cambios ganó en las tres principales ciudades (Estambul, Ankara e Izmir), que suman una cuarta parte de la población del país, así como –entre otras zonas- en la mayoría de la región kurda, si bien en ésta última con pérdida de votos respecto a los recibidos por el pro-kurdo HDP (defensor del “no”) en pasadas elecciones, interpretado por analistas como resultado de la desigualdad de oportunidades en la campaña y los efectos de la guerra en el sudeste, incluido el desplazamiento de población, entre otros factores. La reforma constitucional aprobada transformará el país en república presidencialista, en la que la presidencia pasará a detentar la jefatura de Estado y de Gobierno, eliminándose el cargo de primer ministro. El presidente nombrará a su gabinete y tendrá diversos vice-presidentes, ya no tendrá que ser una figura neutral y se amplían los supuestos en los que podrá gobernar por decreto. Se elimina la potestad del Parlamento de iniciar una moción de censura, reduciéndose su capacidad de supervisión del gobierno. Se incrementa también el número de miembros de altos tribunales que son nombrados directamente por el presidente, entre otros cambios. Por otra parte, continuó activo el conflicto entre el Estado y el PKK. Durante el mes de abril murieron 81 combatientes del PKK y 42 miembros de las fuerzas de seguridad, además de un civil, según la base de datos del International Crisis Group. Entre los hechos de violencia, el PKK reivindicó un ataque con bomba en un recinto policial en el distrito de Baglar (provincia de Diyarbakir) el 12 de abril, que causó varias víctimas mortales. Asimismo, un paramilitar de la llamada guardia rural murió en un ataque atribuido al PKK contra un autobús de campaña del AKP en la provincia de Van. Continuaron los bombardeos del Ejército contra posiciones del PKK en el norte de Iraq, y por primera vez el Ejército bombardeó la región de Sinjar (norte de Iraq), matando por error a cinco peshmergas. Por otra parte, el partido HDP denunció la continuación en prisión de sus dos co-presidentes, 9 diputados y más de 80 alcaldes y alcaldesas, así como nuevas detenciones masivas durante el mes. El Gobierno extendió el estado de emergencia tres meses el 18 de abril. (Hürriyet Daily News, 12, 16, 25/04/17; ANF, 12, 28/04/17; Brookings, 13/04/17; BBC, The Guardian, EP, 17/04/17)