El presidente Ashraf Ghani podría estar tratando de reactivar el Grupo Cuadrilátero de Coordinación, integrado por Afganistán, Pakistán, China y EEUU para reactivar un posible proceso de paz con la insurgencia talibán. Este grupo ha estado inactivo desde 2016 y se ha visto obstaculizado por la constante tensión entre Pakistán y Afganistán. Se espera que en próximamente haya una reunión formal del grupo que oficialice su reactivación. Por otra parte, diferentes medios de comunicación se hicieron eco de la voluntad del Presidente de EEUU de cerrar la oficina diplomática que los talibanes mantienen en Qatar. Esta oficina ha servido para canalizar el diálogo con los talibanes en los últimos seis años y su cierre podría impactar negativamente en las posibilidades de que se reabran negociaciones formales entre el Gobierno y la insurgencia. Por otra parte, en el ámbito local cabe destacar las negociaciones en Kandahar entre las autoridades locales y 20 líderes y comandantes talibanes que podrían derivar en que estos se unieran al proceso de paz que se está llevando a cabo en la provincia con la mediación de líderes tribales. Fuentes de la policía de Kandahar destacaron que estos líderes se hallaban tanto en Afganistán como en Pakistán y que algunos incluso formarían parte de la Shura de Quetta (TOLO News, 3/9/17; The Express Tribune, 2/9/17; The Guardian, 26/9/17)

Siguen sin haber avances en el Diálogo Interburundés liderado por la organización East African Community (EAC) y facilitado por el ex presidente tanzano Benjamin Mkapa. La prensa señala que las conversaciones están programadas para que se reanuden en octubre. El Ombudsman de Burundi, Edouard Nduwimana, escogido por el Parlamento para investigar las violaciones de los derechos humanos cometidas por las autoridades, ha afirmado que solo los actores reconocidos por el Gobierno podrán participar en el Diálogo. La oposición ha criticado la elección de Nduwimana, denunciando que socavó las actividades de la sociedad civil cuando ocupó el cargo de ministro de Interior, y también han criticado la parcialidad de Mkapa. El representante especial del secretario general de la ONU, Michel Kafando y el embajador de Suiza, Jürg Lauber, presidetne de la Comisión de Consolidación de la paz para Burundi, se reunieron con el Consejo. (Security Council Report, 31/09/17)

El proceso de paz de Chipre afronta una fase de reflexión, en la que los buenos oficios de la ONU continúan disponibles, pero en que compete a las partes alcanzar acuerdo de que éstos sean puestos en práctica. Así lo expresó el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en varias ocasiones en septiembre. La fase de reflexión sigue a la finalización sin acuerdo de las conversaciones de paz en Crans-Montana (Suiza) en julio. Guterres mantuvo reuniones por separado con los líderes grecochipriota y turcochipriota, Nicos Anastasiades y Mustafa Akinci, respectivamente, en paralelo a la celebración de la Asamblea General de la ONU. Previamente, también la representante especial del secretario general de la ONU en Chipre, Elizabeth Spehar, mantuvo reuniones por separado con ambos líderes. No existe aún calendario para la reanudación de las negociaciones, que podría verse influido por las elecciones en la isla grecochipriotas. Anastasiades ha transmitido al secretario general la disposición grecochipriota de reanudar de forma inmediata el proceso, pero señalando la necesidad de preparación suficiente antes de celebrarse una nueva conferencia internacional. Asimismo, Anastasiades en su discurso ante la Asamblea General de la ONU acusó a Turquía de una posición inflexible en forma de insistencia en el mantenimiento del Tratado de Garantías y la presencia permanente de tropas. En ese sentido, durante septiembre, el Gobierno grecochipriota hizo llamamientos a los actores turcochipriotas interesados en la reunificación de la isla a reaccionar frente a Turquía. Por su parte, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, calificó la posición grecochipriota en las negociaciones de Crans-Montana de incomprensible, y atribuyó a sus líderes la responsabilidad en la finalización de las conversaciones. (Cyprus Mail, Hurriyet Daily News, UN, 1-30/11/17)

El enviado de la ONU para Libia, Ghassam Salame, anuncia un nuevo plan de acción con el fin de encontrar una salida a la crisis en el país y la división de poder entre las administraciones del este y oeste, en medio de un contexto volátil y de continuación de la violencia. Según Salame, el Acuerdo Político Libio de 2015 continúa siendo el único marco para poner fin al conflicto, pero requiere cambios. Así, el nuevo plan de paz contempla en primer lugar la negociación de cambios al acuerdo de 2015. En segundo lugar, la celebración de una Conferencia Nacional, de carácter inclusivo, auspiciada por el secretario general de la ONU, y en la que participarían los grupos y actores libios excluidos o infrarrepresentados en anteriores conversaciones de paz, con el fin de elegir las personas representantes de un nuevo gobierno de unidad y debatir el acuerdo de 2015 enmendado. En una tercera fase, la Cámara de representantes priorizaría acción legislativa orientada a un referéndum constitucional, y se celebrarían elecciones presidenciales y parlamentarias. En paralelo, la asamblea constituyente incorporaría consideraciones resultantes de la Conferencia Nacional. La nueva estrategia fue presentada en paralelo a la Asamblea General de la ONU. En el marco de este nuevo plan de acción, se iniciaron negociaciones el 26 de septiembre en Túnez entre representantes de las dos administraciones rivales de Libia. Las partes acordaron reducir el número de integrantes del Consejo Presidencial, de nueve a tres. Según el acuerdo, cada parte designa a un vicepresidente, y eligen por consenso al presidente. (ONU, Reuters, 1-30/09/17)

El grupo armado de oposición Rohingya ARSA, responsable de los ataques contra diferentes puestos de policía en el mes de agosto que dieron lugar a la ofensiva militar a gran escala por parte de las fuerzas de seguridad de Myanmar que desmbocaron en el desplazamiento masivo de población civil rohingya y en una crisis humanitaria de graves proporciones, declara un alto el fuego de carácter unilateral. Este alto el fuego tendrá una vigencia de un mes desde su anuncio, el día 10 de septiembre. El grupo armado señaló que instaba a todas las organizaciones humanitarias a retomar sus actividades para prestar asistencia a las víctimas de la crisis, independientemente de su identidad étnica o religiosa. Algunos medios de comunicación locales han señalado que en los últimos días el Gobierno había permitido la actuación del grupo armado sin oposición militar con el objetivo de permitir el tránsito de la población desplazada hacia Bangladesh por las zonas controladas por el grupo armado y así expulsar de Myanmar al mayor número posible de personas Rohingyas. Además, organizaciones de derechos humanos como Aministía Internacional han acusado al Gobierno de Myanmar de haber sembrado minas antipersona en las rutas de huida de la población rohingya. (The Irrawaddy, 10/9/17)

Delegaciones de Rusia, Irán y Turquía alcanzan una nueva zona de desescalada, en torno a la provincia de Idlib, y el despliegue de fuerzas de observación armadas. Así se acordó en la sexta ronda de negociaciones en Astana (Kazajstán). El plan para la creación de áreas de desescalada se había firmado en mayo, pero sin que se avanzase en la delimitación de todas ellas. Las zonas de desescalada van acompañadas del llamamiento a ceses de hostilidades. La zona en torno a Idlib contempla áreas de la provincia de Idlib, Homs, Latakia, Alepo y Hama. El enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, valoró positivamente la creación de una cuarta zona de desescalada. No obstante, analistas señalaron la incertidumbre sobre su implementación. En ese sentido, el grupo armado Tahrir al-Sham (anteriormente conocido como Frente al-Nusra), que controla buena parte de la provincia de Idlib rechazó el acuerdo. Días después del pacto, el Ejército turco reforzó su presencia a lo largo de su frontera con Idlib. (Al Jazeera, BBC, 15/09/17)

Los ministros de Exteriores de Armenia y de Azerbaiyán, Edward Nalbandian y Elmar Mammadyarov, respectivamente, mantienen una reunión conjunta con los co-presidentes del Grupo de Minsk, órgano mediador de la OSCE, paralelamente a la celebración de la Asamblea General de la ONU. La reunión conjunta estuvo precedida por consultas separadas. El encuentro abordó la situación actual del conflicto así como preparativos para una próxima reunión entre los presidentes de ambos países. En su comunicado tras la reunión, los mediadores señalaron que esperaban que la futura cumbre refuerce la confianza y la voluntad política para avanzar en las cuestiones pendientes. Por su parte, el secretario general de la ONU celebró las reuniones y expresó su apoyo al Grupo de Minsk. (OSCE, 23/09/17; ONU, 26/09/17)

El Gobierno y la guerrilla del ELN acuerdan un alto el fuego de carácter bilateral que entrará en vigor en 1 de octubre y estará vigente hasta el 12 de enero de 2018. El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, señaló que el acuerdo se podrá renovar "en la medida en que se cumpla y se avance en las negociaciones sobre los demás puntos". Tras acordar el anuncio de cese del fuego, ambas partes negociaron varios protocolos para supervisar el cumplimiento del acuerdo, que a su vez estará monitoreado por la misión de Naciones Unidas en el país y la Iglesia Católica. Las partes acordaron la creación del Mecanismo de Veeduría y Verificación integrado por el Gobierno, el ELN, la Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Colombia (UNVMC) y la Conferencia Episcopal de Colombia, con el objetivo de prevenir e informar de cualquier incidente y que cuenta con un despliegue nacional, regional y local. El alto el fuego compromete al ELN a cesar todas las acciones ofensivas violentas contra la población civil, así como los atentados contra infraestructura y oleoductos, el reclutamiento de menores y el uso de minas antipersona. Por su parte, el Gobierno se comprometió suspender la acción militar contra la guerrilla y a redoblar la protección de los líderes sociales para impedir nuevos asesinatos, así como a poner en marcha un plan humanitario para mejorar las condiciones de encarcelamiento de los presos del ELN. El anuncio de alto el fuego se produjo pocos días antes de la visita del Papa Francisco al país, considerada un espaldarazo al proceso de paz. (El Tiempo, 4 y 29/9/17)

Hamás, que gobierna la Franja de Gaza desde 2007, anuncia el 17 de septiembre que acepta la disolución del comité administrativo que gestiona Gaza, así como el traspaso de la gestión a un gobierno de unidad, y la celebración de elecciones con participación de todos los partidos políticos. El anuncio, que sigue a conversaciones mediadas por Egipto, ha sido valorado positivamente por el presidente palestino, Mahmud Abás, quien afirmó que convocaría conversaciones entre el liderazgo palestino tras la Asamblea General de la ONU (19-25 septiembre), con el fin de avanzar en un gobierno de unidad y la convocatoria de elecciones. No obstante, Fatah señaló que Hamás debía clarificar el traspaso de la gestión en Gaza y el control de sus pasos fronterizos. El anuncio de Hamas llega en un contexto de mayor presión de la Autoridad Palestina hacia Hamñas, con medidas de presión como la orden de supresión de subvenciones a la electricidad, entre otras, que se suman al contexto de bloqueo de Israel y el cierre de la frontera con Egipto. Según The Guardian, encuestas señalan que, de celebrarse ya las elecciones, Hamás ganaría los comicios parlamentarios en Gaza y también en Cisjordania. (Reuters, El País, The Guardian, 17/09/17)

La cuestión de una misión de mantenimiento de la paz bajo mandato de la ONU, larga reivindicación de Ucrania y hasta ahora desatendida por Rusia, vuelve a estar sobre la mesa. El presidente ruso, Vladimir Putin, se mostró favorable a un despliegue de la ONU en diversas ocasiones durante el mes de septiembre. La propuesta inicial de Putin contemplaba la opción del despliegue de una misión únicamente en torno a la línea de contacto y dirigida a dar protección a los observadores de la OSCE. Asimismo, la propuesta inicial rusa contempla la participación de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk en las conversaciones sobre la posible misión, así como el despliegue una vez se haya retirado el armamento pesado de la zona de conflicto. El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, afirmó que el Gobierno ucraniano está dispuesto a avaluar la propuesta, si bien señaló que una posible misión de la ONU –como ha reclamado Ucrania desde el inicio de la guerra en el este– tendría que desplegarse no solo en la línea de contacto, sino en toda la zona de conflicto y en la frontera de Ucrania con Rusia. Así lo afirmó en su discurso anual ante el Parlamento ucraniano el 7 de septiembre. Días después, Putin se expresó dispuesto a un posible despliegue en otras zonas del conflicto más allá de la línea de contacto, pero sin detalles sobre las áreas de despliegue ni si cubriría la frontera con Rusia. Así trascendió de una conversación telefónica entre Putin y la canciller alemana, Angela Merkel el 11 de septiembre. Actores internacionales como el Gobierno alemán y el enviado de EEUU para Ucrania, Kurt Volker, han calificado la propuesta rusa de paso positivo para avanzar en el debate sobre una eventual misión, así como para avanzar en el conjunto del proceso de paz. (The Guardian, BBC, El País, RFE/RL, 1-30/09/17)