Deterioro
FILIPINAS (NDF): El Gobierno pone fin a las negociaciones de paz y declara al NPA y el PCF organizaciones terroristas
El presidente, Rodrigo Duterte, firma a principios de diciembre una proclamación en la que declara al NPA y al Partido Comunista de Filipinas como organizaciones terroristas, pocos días más tarde de haber firmado otra proclamación presidencial en la que formalmente ponía fin a las conversaciones de paz. Además, poco después de estas decisiones, el Gobierno ordenó una intensificación de las operaciones militares contra el NPA y el propio presidente auguró una guerra de alta intensidad en los siguientes meses. A mediados de diciembre el Congreso aprobó por amplia mayoría una petición del presidente de prorrogar la ley marcial en Mindanao hasta finales de 2018, argumentando la necesidad de combatir a Estado Islámico y otros grupos islamistas, así como de erradicar al NPA. A pesar de que algunos medios especularan con la posibilidad de que el detonante para que Duterte pusiera fin a las negociaciones de paz fuera la muerte de un niño de 4 años durante una emboscada del NPA en la provincia de Bukidnon en el mes de noviembre, otras voces señalan que el motivo real para la finalización del proceso de paz fueron las conversaciones privadas entre el presidente y el NDF sobre una futura coalición de gobierno. En este sentido, el fundador del NPA y del PCF, Jose Maria Sison, declaró que Duterte había malinterpretado la posición del NDF al respecto. Además, añadió que detrás del cambio de posición repentino de Duterte seguramente se hallaba la visita que realizó el presidente estadounidense, Donald Trump, a Manila en el mes de noviembre, y en la que según Sison el presidente estadounidense habría hecho varias concesiones a Duterte y le habría dado un cheque en blanco y su apoyo para la eliminación del NPA a través de las armas. Sison señaló que no entendía la decisión de Duterte justamente en el momento en el que el NPA se habría mostrado dispuesto a firmar el alto el fuego que con tanta insistencia habían estado buscando las administraciones de Duterte y de su antecesor, Benigno Aquino. Estas declaraciones de Sison coinciden con algunas especulaciones hechas por varios medios de comunicación según las que un acuerdo de este tipo estaba previsto para diciembre de 2017 o enero de 2018. Durante el mes de diciembre, el consejero presidencial para el proceso de paz, Jesus Dureza, hizo algunas declaraciones que daban a entender que las puertas para la reanudación de las conversaciones de paz no estaban cerradas. En la misma línea, a finales de diciembre Sison declaró su deseo de reanudación del diálogo, pero al mismo tiempo se mostró partidario de que el pueblo filipino se revelara contra lo que consideró una dictadura fascista. (Davao Today, 31/12/17; Inquirer, 01/01/18; Rappler, 06 y 27/12/17)