UCRANIA: Se incrementan las violaciones del alto el fuego y los llamamientos a la implementación del acuerdo de Minsk II
Tras la desescalada de la violencia a que dio paso inicialmente el acuerdo de Minsk II alcanzado el 12 de febrero, se sucedieron las voces de alarma en abril ante un incremento de las violaciones del alto el fuego, con diversas víctimas mortales y heridos en este periodo. Los focos de violencia estuvieron principalmente en torno a los alrededores del aeropuerto de Donetsk –zona ya afectada por combates entre septiembre y enero– así como junto a la localidad de Shyrokyne (región de Donetsk), situada a apenas 10 kilómetros de Mariúpol. La misión de supervisión de la OSCE dio cuenta de un incremento “masivo” en el número de violaciones del alto el fuego en torno a mediados de abril y señaló que habían vuelto a observar movimiento de armamento pesado, pese a que debería haberse retirado totalmente de la establecida como zona de seguridad. Entre los incidentes, en la jornada del 5 de abril seis soldados ucranianos murieron en dos episodios separados, en Schastye (170 km al norte de Donetsk) y junto a Shyrokyne. Otros seis soldados murieron y 12 resultaron heridos en apenas 24 horas entre el 13 y 14 en un contexto de bombardeos intensos en las localidades de Shyrokyne y Pavlopil, junto a Mariúpol, así como en áreas cercanas a las ciudades de Donetsk y Lugansk, según fuentes del Ejército ucraniano. El incremento de violencia junto Mariúpol generó nuevos temores sobre una posible ofensiva rebelde en los meses de primavera. Asimismo, continuaron produciéndose incidentes en localidades fuera de las áreas bajo control rebelde, así como detenciones de varias decenas de personas (40 detenidos como supuestos saboteadores en Odesa el 10 de abril, según las autoridades ucranianas). Por otra parte, hubo nuevos asesinatos de figuras relevantes pro-rusas en abril, incluyendo un destacado periodista pro-ruso y ex parlamentario pro-Yanukovich, que se suman a muertes y supuestos suicidios en meses anteriores de otras figuras pro-rusas. En el contexto de nuevo aumento de la violencia, los ministros de Exteriores de Alemania, Francia, Rusia y Ucrania mantuvieron conversaciones en Berlín el 13 de abril. Los mandatarios acordaron hacer un llamamiento a continuar con la retirada del armamento pesado y a incluir también en la retirada las armas por debajo de los 100mm de calibre, morteros, vehículos blindados y tanques, así como a establecer cuatro grupos de trabajo para abordar: cuestiones de seguridad, el proceso para organizar elecciones locales en las áreas bajo control rebelde, intercambio de prisioneros de guerra y la mejora de la situación económica en el este de Ucrania. También se mostraron deseosos de dar más apoyo económico y de personal a la OSCE para la supervisión del alto el fuego. Señalaron que las conversaciones habían sido intensas y, en momentos, polémicas, pero que no había alternativa al acuerdo de Minsk. Por otra parte, continuó habiendo dificultades para la implementación de los otros aspectos del acuerdo. Las autoridades rebeldes criticaron la legislación sobre estatus especial para las áreas rebeldes aprobada en marzo por el Parlamento ucraniano, ya que supedita su implementación a la celebración de las elecciones locales de acuerdo a la legislación ucraniana y bajo supervisión internacional. Según las instituciones rebeldes, esa supeditación supone una tergiversación del acuerdo de Minsk. A su vez, el presidente ucraniano se mostró contrario a una posible federalización de Ucrania y que en cambio seguirían con su plan de descentralización, según expresó en la primera reunión de la comisión creada para preparar la reforma de la constitución ucraniana. Los líderes rebeldes criticaron no haber sido invitados a esa comisión y acusaron a Kiev de no querer dialogar directamente con ellos, mientras Ucrania señaló que hasta la celebración de elecciones locales legales en el Donbas no interlocutaría con los actores de esta zona. El Gobierno ucraniano también aprobó una polémica ley que prohíbe y condena la propaganda y símbolos del comunismo y el nazismo, ideologías que equipara. Según datos de Naciones Unidas, más de 6.100 personas, incluyendo personal militar y civil, han muerto a causa del conflicto entre abril de 2014 y abril de 2015. (New York Times, El País, RFE/RL, IWPR, Eurasia Daily Monitor, 1-30/04/15)