TURQUÍA (SUDESTE): El Gobierno autoriza una visita familiar al líder del PKK, Abdullah Öcalan, y el partido pro-kurdo HDP insta al Gobierno y al PKK a silenciar las armas
Mehmet Öcalan es autorizado a visitar a su hermano, el líder del PKK, Abdullah Öcalan, el 11 de septiembre, en el marco de la festividad musulmana de Eid al-Adha. El fin del aislamiento de Öcalan es una de las principales demandas del movimiento kurdo, que en las semanas anteriores habían intensificado sus exigencias y protestas al respecto, denunciando supuestos problemas de salud de Öcalan. Además, se había iniciado a finales de septiembre una huelga de hambre de 50 personas, entre ellas diversos diputados, hasta que se autorizase una visita de con sus abogados, familiares o una delegación política. En abril el Comité para la Prevención contra la Tortura visitó a Öcalan, si bien la última visita autorizada de una delegación kurda fue en abril de 2015 –en el marco del fallido proceso de paz–, de su familia en octubre de 2014 y de sus abogados desde julio de 2011. Según Mehmet Öcalan, el líder del PKK se encontraba en buen estado de salud. Abdullah Öcalan le transmitió que ninguna de las partes puede ganar la guerra y que si el Estado estaba preparado, podían implementar “proyectos” en seis meses. El co-líder del partido pro-kurdo HDP, Selahattin Demirtas, instó a finales de septiembre al Gobierno y al PKK silenciar las armas. Demirtas afirmó que no se refería al abandono o entrega de las armas, sino a silenciarlas, a través de un alto el fuego. A su vez, una delegación del HDP se reunió en septiembre en el norte de Iraq con líderes de la región, incluyendo su presidente, Massoud Barzani. Demirtas afirmó que esperaban que Barzani emprenda esfuerzos para promover un reinicio del proceso de paz. No obstante, durante el mes el Gobierno enfatizó de nuevo que no habrá proceso de paz con el PKK. El primer ministro, Binali Yıldırım, afirmó que el PKK había perdido su oportunidad; y que el PKK no tenía un problema kurdo, sino que la población kurda tenía el problema del PKK. Durante el mes el Gobierno anunció un plan socioeconómico para el sudeste, que prevé construcción de infraestructuras, como nuevas casas y hospitales; inversión económica, incluyendo a través de creación de nuevas fábricas e incentivos a la creación de empleo; y suministro de comida y ropas, entre otros elementos. Está prevista una primera fase de inversión de 3,4 millones de dólares en siete distritos (Sur, Sirnak, Silopi, Cizre, Yükesokova y Nusaybin). Se enmarca en el enfoque del Gobierno de abordar la situación de la región excluyendo al movimiento kurdo. (Hürriyet, Firat, Rudaw, 1-30/09/16)