Cécile Barbeito, Investigadora de la Escola de Cultura de Pau, Universitat Autònoma de Barcelona
La Boletina nº8
1. ¿Cree que la educación en valores es una herramienta efectiva para trabajar la paz y la convivencia en los centros educativos?
Para que la educación en valores sea una herramienta efectiva deben cumplirse algunas condiciones. La condición principal es que los valores de la educación para la paz sean compartidos y aplicados por toda la comunidad educativa. Otras condiciones son que la educación en valores se conciba desde la forma lo más integral posible (a largo plazo, que incida en la estructura de los centros educativos, etc.), y también que esté orientada a la acción: que anime a los educandos a modificar su actitud personal, y a implicarse en su entorno.
2. ¿Cuáles son las diferentes formas de violencia que se pueden desarrollar en los centros educativos?
Las que se identifican de forma más inmediata son la violencia física, verbal, o psicológica, que pueden darse en el centro escolar mismo o, en el caso de la verbal o física, en redes sociales.
Otros tipos de violencia más sutiles suceden por causas ajenas al centro escolar – como el hecho de que haya alumnado subalimentado – y otros causados por la organización misma del centro escolar – como que las sanciones del centro escolar sean punitivas en vez de restauradoras, que no haya suficientes medidas de prevención de la violencia escolar, de promoción de la convivencia, etc.
También se puede considerar violencia que se permitan manifestaciones racistas, machistas, homófobas, etc.
3. ¿Qué herramientas podría utilizar el profesorado en situaciones de conflicto?
El patio, el comedor, las horas de tutoría, son momentos valiosísimos para educar de forma espontánea, y con el ejemplo, cómo afrontar los conflictos de forma noviolenta. Además, hay formas planificadas y preventivas de conformar grupos clase cohesionados, en el que el alumnado muestre la estima hacia el otro, coopere y gestione sus propios conflictos (mediación entre iguales). El profesorado en general, ya sea de física o de artes plásticas, puede utilizar metodologías que promuevan la conciencia de las emociones, la cooperación, la escucha y la argumentación.
A nivel de organización del centro, pueden preverse canales de participación que permitan al alumnado expresarse y tomar decisiones sobre algunas cosas que no funcionan en el centro escolar.
4. ¿Cree necesario un cambio epistemológico y una tranversalización de la educación en valores en todas las materias?
El enfoque por competencias ya supone un paso hacia la transversalización, pero es cierto que cabe profundizar mucho más.
5. ¿Es necesario fomentar el pensamiento crítico y reflexivo en los centros educativos sobre las causas de los conflictos en el mundo?
Es imprescindible. Los libros de historia son una buena oportunidad para ello, aunque, por desgracia, la mayoría de éstos muestran una sola versión de los hechos.
6. La formación docente en educación para la paz, no violencia, construcción de paz y sensibilidad al conflicto ¿es suficiente en la actualidad? ¿Qué Propone usted?
No, la formación docente, inicial y continuada, es claramente insuficiente. Ya que el sistema universitario, actualmente, ofrece poco margen para añadir contenidos, es necesario reforzar, como mínimo, los asesoramientos y el acompañamiento a equipos docentes sobre estos temas.
Es conveniente empezar por cómo abordar los conflictos en el centro, que es la necesidad que el profesorado identifica inicialmente, para ampliar las miras a la promoción de la convivencia (relación constructiva y cooperación entre las personas del centro), la participación del alumnado en la comunidad y campañas de construcción de paz, etc.
7. ¿Cuáles son los progresos y los retos de la educación para la Paz en España?
Algunos de los principales progresos son los sucesivos Planes Vascos de educación para la paz, el Plan Andaluz de educación para la Cultura de Paz, como muestras de cómo se puede impulsar con éxito planes integrales de educación para la paz. Otros ejemplos a más pequeña escala, son los programas de prevención del acoso escolar, de mediación y de educación emocional que se han aplicado con éxito en muchas escuelas.
Algunos de los retos pendientes son la puesta en práctica de la Ley 27/2005 de Fomento de la Educación y la Cultura de Paz, que a pesar de tener más de 10 años su aplicación ha sido casi inexistente. También seguir aplicando metodologías coherentes con la educación para la paz, mejorar los mecanismos de participación del alumnado en los centros, incluida la implicación en la comunidad o en campañas de paz.
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Para que la educación en valores sea una herramienta efectiva deben cumplirse algunas condiciones. La condición principal es que los valores de la educación para la paz sean compartidos y aplicados por toda la comunidad educativa. Otras condiciones son que la educación en valores se conciba desde la forma lo más integral posible (a largo plazo, que incida en la estructura de los centros educativos, etc.), y también que esté orientada a la acción: que anime a los educandos a modificar su actitud personal, y a implicarse en su entorno.
2. ¿Cuáles son las diferentes formas de violencia que se pueden desarrollar en los centros educativos?
Las que se identifican de forma más inmediata son la violencia física, verbal, o psicológica, que pueden darse en el centro escolar mismo o, en el caso de la verbal o física, en redes sociales.
Otros tipos de violencia más sutiles suceden por causas ajenas al centro escolar – como el hecho de que haya alumnado subalimentado – y otros causados por la organización misma del centro escolar – como que las sanciones del centro escolar sean punitivas en vez de restauradoras, que no haya suficientes medidas de prevención de la violencia escolar, de promoción de la convivencia, etc.
También se puede considerar violencia que se permitan manifestaciones racistas, machistas, homófobas, etc.
3. ¿Qué herramientas podría utilizar el profesorado en situaciones de conflicto?
El patio, el comedor, las horas de tutoría, son momentos valiosísimos para educar de forma espontánea, y con el ejemplo, cómo afrontar los conflictos de forma noviolenta. Además, hay formas planificadas y preventivas de conformar grupos clase cohesionados, en el que el alumnado muestre la estima hacia el otro, coopere y gestione sus propios conflictos (mediación entre iguales). El profesorado en general, ya sea de física o de artes plásticas, puede utilizar metodologías que promuevan la conciencia de las emociones, la cooperación, la escucha y la argumentación.
A nivel de organización del centro, pueden preverse canales de participación que permitan al alumnado expresarse y tomar decisiones sobre algunas cosas que no funcionan en el centro escolar.
4. ¿Cree necesario un cambio epistemológico y una tranversalización de la educación en valores en todas las materias?
El enfoque por competencias ya supone un paso hacia la transversalización, pero es cierto que cabe profundizar mucho más.
5. ¿Es necesario fomentar el pensamiento crítico y reflexivo en los centros educativos sobre las causas de los conflictos en el mundo?
Es imprescindible. Los libros de historia son una buena oportunidad para ello, aunque, por desgracia, la mayoría de éstos muestran una sola versión de los hechos.
6. La formación docente en educación para la paz, no violencia, construcción de paz y sensibilidad al conflicto ¿es suficiente en la actualidad? ¿Qué Propone usted?
No, la formación docente, inicial y continuada, es claramente insuficiente. Ya que el sistema universitario, actualmente, ofrece poco margen para añadir contenidos, es necesario reforzar, como mínimo, los asesoramientos y el acompañamiento a equipos docentes sobre estos temas.
Es conveniente empezar por cómo abordar los conflictos en el centro, que es la necesidad que el profesorado identifica inicialmente, para ampliar las miras a la promoción de la convivencia (relación constructiva y cooperación entre las personas del centro), la participación del alumnado en la comunidad y campañas de construcción de paz, etc.
7. ¿Cuáles son los progresos y los retos de la educación para la Paz en España?
Algunos de los principales progresos son los sucesivos Planes Vascos de educación para la paz, el Plan Andaluz de educación para la Cultura de Paz, como muestras de cómo se puede impulsar con éxito planes integrales de educación para la paz. Otros ejemplos a más pequeña escala, son los programas de prevención del acoso escolar, de mediación y de educación emocional que se han aplicado con éxito en muchas escuelas.
Algunos de los retos pendientes son la puesta en práctica de la Ley 27/2005 de Fomento de la Educación y la Cultura de Paz, que a pesar de tener más de 10 años su aplicación ha sido casi inexistente. También seguir aplicando metodologías coherentes con la educación para la paz, mejorar los mecanismos de participación del alumnado en los centros, incluida la implicación en la comunidad o en campañas de paz.
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