Josep Maria Royo, blog Africaye, 31 de marzo.
En abril de 2019 se produjo el derrocamiento por parte de la cúpula militar de Sudán del presidente Omar al-Bashir, en cuya caída fueron determinantes las movilizaciones populares de la sociedad civil y en particular, de las organizaciones de mujeres sudanesas. Se estima que entre el 60 y el 70% de la ciudadanía movilizada fueron mujeres, algunas de ellas convertidas en iconos mediáticos que traspasaron las fronteras de Sudán y personificaron su revolución, como Alaa Salah. Numerosos retos tras la caída de al-Bashir siguen abiertos un año después en un país atravesado por numerosos agravios históricos entre el centro y la periferia y déficits democráticos, una profunda crisis económica, falta de justicia social y violencia de género enquistada en las instituciones y leyes del Estado.