Ameco Press, con datos de la ECP.
No es fácil reflexionar de manera conjunta acerca de qué hacer ante la situación que atraviesa Ucrania. Todo presiona para que, irremediablemente, nos veamos obligadas a posicionarnos en uno u otro “bando”. Las posturas son defendidas con vehemencia en esa caja de resonancia que son las redes y los medios de comunicación, a la par que se descalifica y se degrada a quienes no coinciden con la opinión propia. No encontramos matices, sino intereses camuflados. No hay dudas y preguntas, pero sí mucha afirmación e incoherencia. En medio de tanto ruido, potenciado por el hecho de que la lucha se está llevando a cabo con la violencia de las armas en el terreno, pero también con la manipulación de la información, en medio de tanto atropello, algunas personas tratan de levantar la mirada y tomar perspectiva para reflexionar acerca de qué hacer para dirigirse hacia la paz. Porque si nos dejamos arrastrar por la espiral de violencia y sin sentido, iremos hacia el desastre generalizado. Y “las semillas no deben molerse”.