caenes

Entrevista con Vicenç Fisas: El acuerdo de paz no es el punto final.

Vicenç Fisas, Director de la Escola de Cultura de Pau, Universitat Autònoma de Barcelona.

En 1999, como resultado de un acuerdo del Gobierno de Cataluña y la Universidad Autónoma de Barcelona, nació la Escola de Cultura de Pau (Escuela de Cultura de Paz) con el propósito de trabajar desde la docencia y la investigación las temáticas de educación para la paz, la prevención y el análisis de conflictos y los estudios sobre intervención en procesos de paz.

Vicenç Fisas, es su actual director y desde hace 10 años emprendió la tarea de construir un Anuario de Procesos de Paz que ofrece un seguimiento de todas las negociaciones públicas en conflictos armados del mundo. La información es recolectada por el equipo del Programa de Conflictos y Construcción de Paz a través de un seguimiento diario de noticias y posteriormente es ingresada a una base de datos. Ese es el punto de partida para la creación de los perfiles detallados de cada proceso que se dividen en cinco categorías: bien, con dificultades, mal, en exploración y resueltos.

En el reporte de 2015, por ejemplo, el Anuario incluyó los tres procesos de paz que fueron exitosos el año anterior y catalogó el de Colombia –entre el Gobierno y las Farc- como un proceso que culminó 2014 en buenos términos.

En entrevista con El Espectador Fisas habló de su trabajo en la Escuela de Cultura de Paz, de los datos recolectados en el Anuario sobre negociaciones exitosas y de la categoría en la que se clasifica el actual proceso de paz que se adelanta en Colombia.

Durante 2014 se firmaron los acuerdos de paz en Sudán del Sur (SSDM-Cobra faction), Mozambique y Filipinas (MILF), ¿qué características tienen?

Son muy diferentes. El más destacado es el de Filipinas con el Frente Moro de Liberación Islámica (MILF) un grupo muy antiguo que afecta solo una parte del país en donde la población musulmana reclamaba una autodeterminación, una autonomía que se ha ido negociando durante muchos años con un alto al fuego muy prolongado. Durante este año hubo un problema que aún no está resuelto en el momento de implementación del proceso de paz que se firmó en 2014. Se trata de una acción policial que atacó un campamento de este grupo armado y se produjeron 49 muertos por una equivocación. La policía pensaba que ahí estaba resguardado una persona de otro grupo terrorista y aún no se resuelve.

A pesar de que todos los conflictos son diferentes, ¿existe alguna fórmula para que los procesos de paz sean exitosos?

Hay algo fundamental e indispensable, la voluntad clara de todas las partes. Deben ser flexibles y llegar a un nivel superior, al fin de las armas y en el que quieran firmar un acuerdo de paz que se debe cumplir. Pero hay que tener presente que el acuerdo de paz no es el punto final, sino el de partida para la construcción de paz y posconflicto. Sin embargo, este no se logra si las partes entran con posiciones irreconciliables. Las personas tienen que llegar a un convencimiento de que es hora de dejar las armas y que será posible la participación política.

En esos casos de éxito, ¿cómo ha sido el aporte de los países garantes? ¿es realmente efectivo?

Si hablamos en conjunto de los países facilitadores, garantes o mediadores, se trata de un conjunto de personas e instituciones que verifican, dan ideas nuevas en medio de la crisis y acompañan el proceso para que se cumpla. En el caso de Colombia con las Farc, Cuba y Noruega tiene la responsabilidad de procurar que con sus buenos oficios los diálogos vayan de manera correcta.

Colombia está en la categoría ‘bien’, ¿esto qué significa?

Bien, quiere decir que dentro de los parámetros que utilizamos para analizar conflictos hay una progresión entre los acuerdos y la definición de los temas que se deben discutir en el futuro. También representa que existen medidas de confianza. Colombia junto con una guerrilla pequeña de Senegal eran los dos únicos procesos que entraban a la categoría durante 2014 que fue un año realmente pésimo, en el que las negociaciones de todo el planeta estaban muy mal.

¿Por qué cataloga el proceso de Colombia con las Farc en la categoría de ‘bien’?

La situación a 31 de diciembre de 2014, como resultado del alto al fuego unilateral, era de un proceso de desescalonamientos del conflicto después de que el Presidente autorizara suspender los bombardeos aéreos y tomaran la decisión de empezar un desminado humanitario. Fueron medidas interesantes que este año se rompieron con la muerte de los 11 militares en el Cauca a manos de las Farc. Un hecho que no se habría producido si existiera un alto al fuego bilateral y se detuvieran las operaciones ofensivas. En 2014 hubo en el mundo 37 altos al fuego, de los cuales el 92% fueron bilaterales. Hay que insistir en este aspecto, para lograr «cero muertes» mientras duran las negociaciones

¿Cómo ve el proceso de paz en Colombia?

En este 2015 hay dos grandes problemas que eran previsibles, por lo menos para mí no son una sorpresa. El primero es la aplicación de justicia, siempre se acaba con amnistía o justicia transicional, pero en Colombia -un país de leyes- se quiere buscar una fórmula que sea más justa para las demandas de las víctimas y esto está provocando una incertidumbre. El segundo punto es una discusión muy grande puesto que las Farc no quieren dejar las armas para ir a prisión, habrá que inventarse una especie de justicia restaurativa y no pasar por penas de prisión. Hay que esperar que en 2015 si se pueden resolver.

¿Y con el Eln?

El Eln tiene su propia personalidad, es un proceso diferente a las Farc y no se puede olvidar que ya hay un proceso adelantado. Por eso tendrán que combinar el diseño de su propio proceso, que según dijeron ellos ya tenían en un 80% adelantado, con el de las Farc. Hay temas propios e históricos del Eln, como el minero energético, la participación de la sociedad y son los que, en el acuerdo al que lleguen, tendrán que dar un espacio para que los ‘elenos’ tengan su propio protagonismo en la discusión.

Uno de los temas más importantes es el de la verdad, ¿cómo hacer para que no se viole este derecho?

Esto es fundamental. La verdad, la justicia y la reparación son necesarias en los procesos de paz. Lo que hemos visto en muchos años es que si hay mucha verdad, la justicia puede ser benévola y la reparación posible. En el caso de Colombia aún no se ha creado una Comisión de la Verdad, eso es sorprendente, porque se habla de clarificar y esclarecer el conflicto. Lo que se ha hecho es un estudio histórico sobre las raíces pero ahora falta que todas las partes ( el gobierno, los paramilitares, las empresas que se asociaron con ellos, las guerrillas del Eln y las Farc) digan sus verdades. Así llegará el momento en que pidan perdón a la sociedad, a las comunidades, a las familias que fueron secuestradas y masacradas. Al pedir perdón, y con toda la verdad, se puede generar una justicia muy generosa.
Ver más: http://www.elespectador.com

Ver también

Entrevista a Vicenç Fisas, Barcelona Televisió

Vicenç Fisas, Director de la Escola de Cultura de Pau, Universitat Autònoma de Barcelona.btv.cat Entrevistes …