Vicenç Fisas, Director de la Escola de Cultura de Pau, Universitat Autònoma de Barcelona.
elpais.com
El 82% de los conflictos que han terminado en los últimos 30 años lo han hecho en una mesa de negociación
Las crueles imágenes del conflicto de Siria o los frecuentes atentados en Afganistán e Irak dominan los noticieros y las páginas de los periódicos, dejando a un segundo plano los esfuerzos para salir de las espirales de violencia. El inicio de negociaciones con la guerrilla de las FARC, en Cuba, ha sido la excepción, ya que ha sido profusamente cubierto y y ha generado importantes expectativas sobre si será posible llegar a un acuerdo con esa vieja guerrilla. Mucha gente ignora, sin embargo, que vivimos unos momentos especialmente intensos en cuanto a procesos de paz se refiere o a negociaciones que pueden conducir al fin de la violencia en muchos rincones del planeta. Solo en los dos últimos meses hay varios ejemplos de ello que quisiera recordar.
En Filipinas, la guerrilla del Frente Moro de Liberación Nacional (MILF) ha firmado un acuerdo con el Gobierno que pone fin a 34 años conflicto, y por el que se creará una región autónoma, o Bangsamoro, en la isla de Mindanao. El MILF ha abandonado los reclamos de independencia, siguiendo una actitud realista y posibilista, aunque contará con una autonomía dotada de amplias competencias. Habrá un período transitorio en el que se redactará la ley fundamental de la nueva entidad. Posteriormente, la nueva ley se someterá a referéndum y, de ser aprobada, se convocarán elecciones para la conformación de un Gobierno.
En Sudán (Darfur), representantes del Gobierno y de la facción disidente del grupo armado JEM han firmado un cese de hostilidades y han anunciado conversaciones para finales de noviembre, con la mediación de Qatar.
Este acuerdo puede poner fin a la violencia residual de la región de Darfur, que había sido muy intensa en años anteriores, provocando una de las crisis humanitarias más graves de las últimas décadas. También es de señalar el acuerdo de paz entre Sudán y Sudán del Sur, que mantenían desde hacía unos años un litigio por la demarcación fronteriza, que en algunos tramos es muy rica en petróleo. El acuerdo reduce la tensión, crea una zona desmilitarizada a lo largo de la frontera y aleja la posibilidad de una confrontación militar que hubiera provocado numerosas víctimas mortales. Por otra parte, el Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana (UA) ha aprobado una mediación con el objetivo de resolver el contencioso de la ciudad de Abyei. La UA pretende celebrar un referéndum en la ciudad para que decida si quiere permaneces a Sudán o a Sudán del Sur.
En India, concretamente en el Estado de Nagalandia, el Gobierno y el grupo armado de oposición NSCN-IM podrían estar próximos a la firma de un acuerdo de paz. Ambas partes estarían trabajando en un memorándum de entendimiento que contemplaría diferentes propuestas, como la creación de una institución autónoma financiada por el Gobierno central que salvaguarde la cultura naga en los Estados de Manipur, Assam y Arunachal Pradesh. En el Estado de Assam, el Gobierno indio y el Gobierno regional han firmado un acuerdo de paz con las dos facciones del grupo armado de oposición DHD, que se disolverá en el plazo de medio año. También en este estado, el gobierno podría iniciar negociaciones con una facción del grupo armado NDFB.
En Myanmar (Birmania), diferentes grupos armados étnicos han firmado un alto el fuego con el Gobierno, A cambio, pueden abrir oficinas de representación en sus regiones. Además, la coalición de grupos armados United Nationalities Federation Council ha anunciado que planea una reunión en Tailandia con una delegación de paz gubernamental. Se tratará del primer encuentro de este tipo, ya que hasta el momento las negociaciones de paz con la insurgencia habían tenido un carácter bilateral.
En África, el Gobierno de Sudán del Sur ha anunciado su voluntad de promover una mediación entre Eritrea y Etiopía con el objetivo de resolver la disputa fronteriza que les enfrenta. Sudán del Sur tiene buenas relaciones con ambos países. En la República Centroafricana, cabe destacar la firma de un acuerdo de paz entre el grupo armado CPJP y el Gobierno. Este grupo alcanzó un cese de hostilidades el pasado año, pero persistían los enfrentamientos hasta entonces. En Senegal, ha habido un anuncio oficial de establecimiento de negociaciones entre el Gobierno y las diferentes facciones del grupo MFDC que opera en la región de Casamance, con la mediación de la Comunidad de San Egidio. El Gobierno se ha comprometido a una descentralización que permita el desarrollo económico de la región.
Estos ejemplos avalan un dato muy significativo: el 82% de los conflictos que han terminado en los últimos 30 años lo han hecho en una mesa de negociación, no con el uso de las armas. Vivimos una época en la que prima el diálogo como forma de resolver conflictos. Faltaría, eso sí, que los medios de comunicación dieran más tobogan super inflable relevancia a esos esfuerzos de paz que hay por todo el mundo.
Las crueles imágenes del conflicto de Siria o los frecuentes atentados en Afganistán e Irak dominan los noticieros y las páginas de los periódicos, dejando a un segundo plano los esfuerzos para salir de las espirales de violencia. El inicio de negociaciones con la guerrilla de las FARC, en Cuba, ha sido la excepción, ya que ha sido profusamente cubierto y y ha generado importantes expectativas sobre si será posible llegar a un acuerdo con esa vieja guerrilla. Mucha gente ignora, sin embargo, que vivimos unos momentos especialmente intensos en cuanto a procesos de paz se refiere o a negociaciones que pueden conducir al fin de la violencia en muchos rincones del planeta. Solo en los dos últimos meses hay varios ejemplos de ello que quisiera recordar.
En Filipinas, la guerrilla del Frente Moro de Liberación Nacional (MILF) ha firmado un acuerdo con el Gobierno que pone fin a 34 años conflicto, y por el que se creará una región autónoma, o Bangsamoro, en la isla de Mindanao. El MILF ha abandonado los reclamos de independencia, siguiendo una actitud realista y posibilista, aunque contará con una autonomía dotada de amplias competencias. Habrá un período transitorio en el que se redactará la ley fundamental de la nueva entidad. Posteriormente, la nueva ley se someterá a referéndum y, de ser aprobada, se convocarán elecciones para la conformación de un Gobierno.
En Sudán (Darfur), representantes del Gobierno y de la facción disidente del grupo armado JEM han firmado un cese de hostilidades y han anunciado conversaciones para finales de noviembre, con la mediación de Qatar.
Este acuerdo puede poner fin a la violencia residual de la región de Darfur, que había sido muy intensa en años anteriores, provocando una de las crisis humanitarias más graves de las últimas décadas. También es de señalar el acuerdo de paz entre Sudán y Sudán del Sur, que mantenían desde hacía unos años un litigio por la demarcación fronteriza, que en algunos tramos es muy rica en petróleo. El acuerdo reduce la tensión, crea una zona desmilitarizada a lo largo de la frontera y aleja la posibilidad de una confrontación militar que hubiera provocado numerosas víctimas mortales. Por otra parte, el Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana (UA) ha aprobado una mediación con el objetivo de resolver el contencioso de la ciudad de Abyei. La UA pretende celebrar un referéndum en la ciudad para que decida si quiere permaneces a Sudán o a Sudán del Sur.
En India, concretamente en el Estado de Nagalandia, el Gobierno y el grupo armado de oposición NSCN-IM podrían estar próximos a la firma de un acuerdo de paz. Ambas partes estarían trabajando en un memorándum de entendimiento que contemplaría diferentes propuestas, como la creación de una institución autónoma financiada por el Gobierno central que salvaguarde la cultura naga en los Estados de Manipur, Assam y Arunachal Pradesh. En el Estado de Assam, el Gobierno indio y el Gobierno regional han firmado un acuerdo de paz con las dos facciones del grupo armado de oposición DHD, que se disolverá en el plazo de medio año. También en este estado, el gobierno podría iniciar negociaciones con una facción del grupo armado NDFB.
En Myanmar (Birmania), diferentes grupos armados étnicos han firmado un alto el fuego con el Gobierno, A cambio, pueden abrir oficinas de representación en sus regiones. Además, la coalición de grupos armados United Nationalities Federation Council ha anunciado que planea una reunión en Tailandia con una delegación de paz gubernamental. Se tratará del primer encuentro de este tipo, ya que hasta el momento las negociaciones de paz con la insurgencia habían tenido un carácter bilateral.
En África, el Gobierno de Sudán del Sur ha anunciado su voluntad de promover una mediación entre Eritrea y Etiopía con el objetivo de resolver la disputa fronteriza que les enfrenta. Sudán del Sur tiene buenas relaciones con ambos países. En la República Centroafricana, cabe destacar la firma de un acuerdo de paz entre el grupo armado CPJP y el Gobierno. Este grupo alcanzó un cese de hostilidades el pasado año, pero persistían los enfrentamientos hasta entonces. En Senegal, ha habido un anuncio oficial de establecimiento de negociaciones entre el Gobierno y las diferentes facciones del grupo MFDC que opera en la región de Casamance, con la mediación de la Comunidad de San Egidio. El Gobierno se ha comprometido a una descentralización que permita el desarrollo económico de la región.
Estos ejemplos avalan un dato muy significativo: el 82% de los conflictos que han terminado en los últimos 30 años lo han hecho en una mesa de negociación, no con el uso de las armas. Vivimos una época en la que prima el diálogo como forma de resolver conflictos. Faltaría, eso sí, que los medios de comunicación dieran más tobogan super inflable relevancia a esos esfuerzos de paz que hay por todo el mundo.