Vicenç Fisas, Director de la Escola de Cultura de Pau, Universitat Autònoma de Barcelona.
Publicado en Seminario Virtual Caja de Herramientas
Entrevista realizada por Luis Eduardo Celis
Investigador área de derechos humanos – Asesor Corporación Nuevo Arco Iris<br> Vincenc Fisas, nació en Barcelona, es director de la Escuela de Cultura de Paz de la Universidad Autónoma de Barcelona, llegó a Colombia por primera vez en 1996 y desde entonces tiene a Colombia y su conflicto armado como una prioridad de trabajo, ha sido persistente en ayudar a solucionarlo con su amplia experiencia y una capacidad admirable de trabajo. Está en el país para presentar el Anuario de Paz 2011, por lo cual aprovechamos la oportunidad para entrevistarlo.
LC: ¿Cómo surgió su interés por los temas de los conflictos armados?
VF: Surge desde muy joven, en los años setenta, con los conflictos por delegación de la guerra fría. En los ochenta tengo ocasión de conocer Centroamérica y en los noventa visito algunos conflictos africanos. Todo ello me ha dado una perspectiva global y ha acrecentado mi interés no sólo en los conflictos, sino en su resolución.
LC: ¿Cómo son los conflictos actuales y en qué se pueden diferenciar en su evolución en los últimos treinta años?
VF: El hecho más destacado es que casi todos los conflictos son internos, aunque con repercusiones regionales por los refugiados y las ventas de armas. Los actores ya no son sólo los ejércitos, sino guerrillas, milicias, paramilitares, mafias, etc., lo que complica la negociación en la medida en que muchos de éstos actores no se someten a las normas del Derecho Internacional Humanitario.
LC: Después de la segunda guerra mundial, ¿cuáles fueron los conflictos más intensos y cómo se resolvieron?
VF: En los últimos veinte años destacaría la resolución de los conflictos del sur del Sudán, Indonesia (Aceh), Burundi, Irlanda del Norte, Guatemala, El Salvador, Tayikistán, Sudáfrica, Angola, Liberia y Nepal, que han dejado detrás más de dos millones de muertos. Es una demostración palpable de que la paz es posible y de que casi siempre se consigue en una mesa de negociación.
LC: ¿Qué ha pasado en el país Vasco y ese conflicto no resuelto con la ETA?
VF: Lo que ha ocurrido es que el brazo político de ETA, Batasuna, se ha independizado y ha roto definitivamente con la violencia, con lo que ETA se ha quedado sola y ante el dilema de auto disolverse. Espero que eso ocurra a muy corto plazo. Ha sido un proceso bastante rápido, pero definitivo. Hoy, la izquierda independentista le apuesta a las vías democráticas y no violentas.
LC: ¿Qué es ETA hoy?
VF: Un grupo marginal y muy minoritario, totalmente descolocado y sin apoyo popular. No tiene más remedio que desaparecer.
LC: La izquierda y las organizaciones sociales que han sido solidarias con ETA, ¿lo siguen siendo hoy?
VF: No. La base social que ETA tenía en el pasado ha decidido hacer política por medios exclusivamente pacíficos y democráticos. El problema es que hoy día están ilegalizados, lo que dificulta su acción política. Es un contrasentido, porque si la izquierda independentista pudiera actuar libremente en las instituciones, creo que ETA desaparecería antes.
LC: ¿Cómo se puede resolver este conflicto? quizás el único que subsiste en Europa de esta naturaleza.
VF: Creo que la ecuación es «paz por participación política». Así de sencillo.
LC: ¿Cómo definiría la cultura de paz y su relación con la superación de conflictos armados?
VF: La cultura de paz es, en cierta forma, la cultura de tratar positivamente los conflictos, quitando espacio a la violencia. En este sentido, incluye las políticas preventivas sobre los conflictos armados, y cuando estos ya han estallado, todos los esfuerzos de negociación para terminarlos mediante el diálogo.
LC: ¿De dónde surgió ese interés por Colombia y su conflicto armado?
VF: En 1996 tuve la oportunidad de viajar a Colombia para participar en un seminario sobre el conflicto, me sorprendió la cantidad de iniciativas de paz que había en el país y decidí dedicar parte de mi tiempo a colaborar en este esfuerzo. Abrí un proyecto sobre Colombia en la UNESCO, y posteriormente en la Escuela de Cultura de Paz, y así empezó un compromiso que sólo se terminará cuando finalice el conflicto armado.
LC: ¿Por qué cree usted, que no ha sido posible resolver este conflicto, uno de los más antiguos del mundo?
VF: Porque las partes en conflicto, Gobierno y guerrillas, no han coincidido en el tiempo en tener una voluntad real de negociación. El día que eso ocurra, el conflicto entra en una vía de resolución inmediata.
LC: ¿Cuál es su valoración del intento de negociación con las FARC durante el Gobierno del entonces presidente Andrés Pastrana, lo que conocemos como El Caguán?
VF: Muy negativa, porque se seguía una metodología interminable y porque no había una real voluntad de paz. Las FARC se crecieron en aquella época, y eso fue en detrimento de las negociaciones de paz. El Gobierno, por su parte, empezó con un plan de reforzamiento de sus Fuerzas Armadas. No había, por tanto, condiciones para que la negociación avanzara con éxito.
LC: Usted estuvo muy cerca del proceso del ex presidente Álvaro Uribe con el ELN, entre 2005 y 2007, ¿por qué no se concretó un acuerdo?, ¿cuál es su balance?
VF: Se estuvo muy cerca de llegar a un acuerdo, pero el Gobierno cometió la torpeza de exigir algo imposible: la concentración e identificación de los efectivos del ELN. Eso torpedeó el llamado «Acuerdo Base», que en una futura negociación habrá que rescatar. Espero que en una futura negociación con el ELN el Gobierno no vuelva a exigir lo mismo. Es innecesario.
LC: ¿Cómo ve al presidente Juan Manuel Santos, cuando dice que “tengo la llave de la paz”?
VF: La llave no la tiene sólo él, porque estamos hablando de tres partes. El ELN también tiene una llave y las FARC otra. Cada parte puede realizar gestos para abrir una negociación. Lo que ocurre es que el Presidente no quiere arriesgarse a una negociación sin resultados a primera vista. Quiere garantías de resultados y me parece muy sensato. Ya pasó el tiempo de conversar por conversar. Ahora lo que toca es negociar para alcanzar un acuerdo de paz.
LC: ¿Es posible un acuerdo con las FARC y el ELN en este cuatrienio?
VF: Por supuesto y antes de lo que la gente se imagina.
LC: ¿Cuáles pueden ser los contenidos más deseables de un acuerdo de paz con las FARC y el ELN?
VF: Con el ELN existen ya unos puntos avanzados en el 2007 con el Acuerdo Base, que podrían ser rescatados. Con las FARC, quizás podría basarse en los cinco puntos que propuso Alfonso Cano el pasado año. Una agenda más corta, pero más realista.
LC: ¿Cuáles son las prioridades de este año, si queremos avanzar en un camino de acuerdos?
VF: Empezar un diálogo exploratorio, con mucha discreción para ver las condiciones de una negociación. Eso hay que hacerlo ya mismo, sin más dilación. Creo que las partes se pondrían de acuerdo en lo esencial y se podría arrancar un proceso con garantías de resultado.
LC: ¿Cómo ve a la Colombia de hoy y las posibilidades de superar el conflicto armado?
VF: Colombia está en un proceso de reformas que debería facilitar el inicio de unas negociaciones con la insurgencia. El país lo pide y lo necesita, y la guerrilla busca una salida política negociada. Así, pues, no habría que demorar por más tiempo el inicio de un diálogo exploratorio que dé paso a una negociación formal, con un formato ágil y una agenda realista. No tiene sentido esperar a que finalice el mandato del presidente Santos. El momento de iniciar el proceso es ahora, y todos deberían ser más flexibles para hacerlo posible.
LC: El Anuario de Paz ¿qué es?
VF: Es el único anuario que hay en el mundo en donde se recogen las negociaciones de paz que se han seguido durante el año. El anuario va acompañado con un historial de los procesos, cuenta con unos anexos que permiten ver las dinámicas de los procesos de paz.
Investigador área de derechos humanos – Asesor Corporación Nuevo Arco Iris<br> Vincenc Fisas, nació en Barcelona, es director de la Escuela de Cultura de Paz de la Universidad Autónoma de Barcelona, llegó a Colombia por primera vez en 1996 y desde entonces tiene a Colombia y su conflicto armado como una prioridad de trabajo, ha sido persistente en ayudar a solucionarlo con su amplia experiencia y una capacidad admirable de trabajo. Está en el país para presentar el Anuario de Paz 2011, por lo cual aprovechamos la oportunidad para entrevistarlo.
LC: ¿Cómo surgió su interés por los temas de los conflictos armados?
VF: Surge desde muy joven, en los años setenta, con los conflictos por delegación de la guerra fría. En los ochenta tengo ocasión de conocer Centroamérica y en los noventa visito algunos conflictos africanos. Todo ello me ha dado una perspectiva global y ha acrecentado mi interés no sólo en los conflictos, sino en su resolución.
LC: ¿Cómo son los conflictos actuales y en qué se pueden diferenciar en su evolución en los últimos treinta años?
VF: El hecho más destacado es que casi todos los conflictos son internos, aunque con repercusiones regionales por los refugiados y las ventas de armas. Los actores ya no son sólo los ejércitos, sino guerrillas, milicias, paramilitares, mafias, etc., lo que complica la negociación en la medida en que muchos de éstos actores no se someten a las normas del Derecho Internacional Humanitario.
LC: Después de la segunda guerra mundial, ¿cuáles fueron los conflictos más intensos y cómo se resolvieron?
VF: En los últimos veinte años destacaría la resolución de los conflictos del sur del Sudán, Indonesia (Aceh), Burundi, Irlanda del Norte, Guatemala, El Salvador, Tayikistán, Sudáfrica, Angola, Liberia y Nepal, que han dejado detrás más de dos millones de muertos. Es una demostración palpable de que la paz es posible y de que casi siempre se consigue en una mesa de negociación.
LC: ¿Qué ha pasado en el país Vasco y ese conflicto no resuelto con la ETA?
VF: Lo que ha ocurrido es que el brazo político de ETA, Batasuna, se ha independizado y ha roto definitivamente con la violencia, con lo que ETA se ha quedado sola y ante el dilema de auto disolverse. Espero que eso ocurra a muy corto plazo. Ha sido un proceso bastante rápido, pero definitivo. Hoy, la izquierda independentista le apuesta a las vías democráticas y no violentas.
LC: ¿Qué es ETA hoy?
VF: Un grupo marginal y muy minoritario, totalmente descolocado y sin apoyo popular. No tiene más remedio que desaparecer.
LC: La izquierda y las organizaciones sociales que han sido solidarias con ETA, ¿lo siguen siendo hoy?
VF: No. La base social que ETA tenía en el pasado ha decidido hacer política por medios exclusivamente pacíficos y democráticos. El problema es que hoy día están ilegalizados, lo que dificulta su acción política. Es un contrasentido, porque si la izquierda independentista pudiera actuar libremente en las instituciones, creo que ETA desaparecería antes.
LC: ¿Cómo se puede resolver este conflicto? quizás el único que subsiste en Europa de esta naturaleza.
VF: Creo que la ecuación es «paz por participación política». Así de sencillo.
LC: ¿Cómo definiría la cultura de paz y su relación con la superación de conflictos armados?
VF: La cultura de paz es, en cierta forma, la cultura de tratar positivamente los conflictos, quitando espacio a la violencia. En este sentido, incluye las políticas preventivas sobre los conflictos armados, y cuando estos ya han estallado, todos los esfuerzos de negociación para terminarlos mediante el diálogo.
LC: ¿De dónde surgió ese interés por Colombia y su conflicto armado?
VF: En 1996 tuve la oportunidad de viajar a Colombia para participar en un seminario sobre el conflicto, me sorprendió la cantidad de iniciativas de paz que había en el país y decidí dedicar parte de mi tiempo a colaborar en este esfuerzo. Abrí un proyecto sobre Colombia en la UNESCO, y posteriormente en la Escuela de Cultura de Paz, y así empezó un compromiso que sólo se terminará cuando finalice el conflicto armado.
LC: ¿Por qué cree usted, que no ha sido posible resolver este conflicto, uno de los más antiguos del mundo?
VF: Porque las partes en conflicto, Gobierno y guerrillas, no han coincidido en el tiempo en tener una voluntad real de negociación. El día que eso ocurra, el conflicto entra en una vía de resolución inmediata.
LC: ¿Cuál es su valoración del intento de negociación con las FARC durante el Gobierno del entonces presidente Andrés Pastrana, lo que conocemos como El Caguán?
VF: Muy negativa, porque se seguía una metodología interminable y porque no había una real voluntad de paz. Las FARC se crecieron en aquella época, y eso fue en detrimento de las negociaciones de paz. El Gobierno, por su parte, empezó con un plan de reforzamiento de sus Fuerzas Armadas. No había, por tanto, condiciones para que la negociación avanzara con éxito.
LC: Usted estuvo muy cerca del proceso del ex presidente Álvaro Uribe con el ELN, entre 2005 y 2007, ¿por qué no se concretó un acuerdo?, ¿cuál es su balance?
VF: Se estuvo muy cerca de llegar a un acuerdo, pero el Gobierno cometió la torpeza de exigir algo imposible: la concentración e identificación de los efectivos del ELN. Eso torpedeó el llamado «Acuerdo Base», que en una futura negociación habrá que rescatar. Espero que en una futura negociación con el ELN el Gobierno no vuelva a exigir lo mismo. Es innecesario.
LC: ¿Cómo ve al presidente Juan Manuel Santos, cuando dice que “tengo la llave de la paz”?
VF: La llave no la tiene sólo él, porque estamos hablando de tres partes. El ELN también tiene una llave y las FARC otra. Cada parte puede realizar gestos para abrir una negociación. Lo que ocurre es que el Presidente no quiere arriesgarse a una negociación sin resultados a primera vista. Quiere garantías de resultados y me parece muy sensato. Ya pasó el tiempo de conversar por conversar. Ahora lo que toca es negociar para alcanzar un acuerdo de paz.
LC: ¿Es posible un acuerdo con las FARC y el ELN en este cuatrienio?
VF: Por supuesto y antes de lo que la gente se imagina.
LC: ¿Cuáles pueden ser los contenidos más deseables de un acuerdo de paz con las FARC y el ELN?
VF: Con el ELN existen ya unos puntos avanzados en el 2007 con el Acuerdo Base, que podrían ser rescatados. Con las FARC, quizás podría basarse en los cinco puntos que propuso Alfonso Cano el pasado año. Una agenda más corta, pero más realista.
LC: ¿Cuáles son las prioridades de este año, si queremos avanzar en un camino de acuerdos?
VF: Empezar un diálogo exploratorio, con mucha discreción para ver las condiciones de una negociación. Eso hay que hacerlo ya mismo, sin más dilación. Creo que las partes se pondrían de acuerdo en lo esencial y se podría arrancar un proceso con garantías de resultado.
LC: ¿Cómo ve a la Colombia de hoy y las posibilidades de superar el conflicto armado?
VF: Colombia está en un proceso de reformas que debería facilitar el inicio de unas negociaciones con la insurgencia. El país lo pide y lo necesita, y la guerrilla busca una salida política negociada. Así, pues, no habría que demorar por más tiempo el inicio de un diálogo exploratorio que dé paso a una negociación formal, con un formato ágil y una agenda realista. No tiene sentido esperar a que finalice el mandato del presidente Santos. El momento de iniciar el proceso es ahora, y todos deberían ser más flexibles para hacerlo posible.
LC: El Anuario de Paz ¿qué es?
VF: Es el único anuario que hay en el mundo en donde se recogen las negociaciones de paz que se han seguido durante el año. El anuario va acompañado con un historial de los procesos, cuenta con unos anexos que permiten ver las dinámicas de los procesos de paz.