A continuación se proporciona información relativa al alumnado del Postgrado en Cultura de Paz, incluyendo el perfil de ingreso, aprendizajes, salidas profesionales y testimonios de ex alumnos/as de esta formación.
Perfil de ingreso
El Postgrado en Cultura de Paz está dirigido a profesionales que quieran enriquecer su práctica con el conocimiento de marcos teóricos, el debate de reflexiones críticas, el descubrimiento de experiencias prácticas, y la adquisición de recursos aplicados, así como a recién licenciados que buscan una aproximación holística al campo de la paz y la transformación de conflictos.
El programa está ideado desde una perspectiva multidisciplinar y combina los niveles relacional, social, e internacional, por lo que el perfil de ingreso puede ser muy variado.
Recién licenciados y profesionales de disciplinas como Ciencias Políticas, Historia, Periodismo, Derecho, Pedagogía, Trabajo Social, Psicología, Antropología, son los más habituales en el Postgrado. Sin embargo, el Postgrado en Cultura de Paz también ha atraído a estudiantes de otros campos de estudio como Arquitectura, Lingüística, Filosofía, Ciencias o Música con interés en la cultura de paz, los derechos humanos y el sector social.
Aprendizajes
El Postgrado en Cultura de Paz pretende formar a personas –para sí mismas, en la relación con las demás personas, como ciudadanas, y como profesionales– con los conocimientos, habilidades, y actitudes básicas para la cultura de paz. Algunos de los aprendizajes del alumnado durante el Postgrado en Cultura de Paz son, según su testimonio:
Dar nombre a las emociones, escuchar activamente, poner en duda mis percepciones, aprender cooperativamente, estudiar las fases de los conflictos en círculos amplios
(alumna del curso 2014-2015).
Mejor disposición frente a los conflictos, valorar su existencia como motor de cambio e instrumento para el posicionamiento de las demandas de los sectores menos escuchados de la sociedad o de un grupo de personas
(alumna del curso 2014-2015).
A nivel de relaciones personales, el pensar y analizar los conflictos con la mirada puesta hacia la transformación del conflicto y no encasillarlo solo en la resolución, que a veces me resulta una camisa de fuerza y frustración. A nivel de relaciones comunitarias dar mayor lugar a espacios de conocimiento de las y los otros, como nivel necesario para la construcción de la paz. Y agudizar los sentidos para percibir y conocer las redes de mi entorno
(alumno del curso 2014-2015).
Las violencias analizadas me han abierto la mente a la complejidad de las manifestaciones de la violencia y su inserción cultural que las hace naturales
(alumna del curso 2014-2015).
Identificar discursos violentos y el papel de los medios de comunicación en la reproducción de todos los tipos de violencia, así como sus efectos en nuestra vida en sociedad
(alumna del curso 2014-2015).
Ser más consciente de las violencias ocultas contra las mujeres y las minorías, que a menudo se ejercen de forma inconsciente.
(alumna del curso 2014-2015)
Salidas profesionales
El Postgrado en Cultura de Paz busca que el alumnado obtenga una formación holística. Una de estas dimensiones, la profesional, se describe en este apartado con más detalle. Cursar la diplomatura puede abrir puertas para trabajar en el mundo de la paz, la cooperación internacional, los derechos humanos o el sector social, desde una multiplicidad de ámbitos profesionales:
Cooperación internacional: Analista y técnico/a de Organizaciones No Gubernamentales (ONG) de cooperación internacional; técnico/a en formulación y gestión de proyectos en ONG locales o internacionales; trabajo en Organizaciones Intergubernamentales (OIG) del sistema de Naciones Unidas; actores públicos de cooperación (cooperación municipal, Agencia Catalana/Española de Cooperación).
Investigación y comunicación: Periodismo en contextos de conflicto armado o violación de derechos humanos; investigadores para centros de estudio o para centros universitarios.
Campo educativo: Profesores/as de escuelas infantiles, de primaria, secundaria o universitaria; educadores del sector no formal.
Trabajo comunitario: Trabajadores/as sociales, educadores/as sociales, personal sanitario, mediadores/as u otros campos que tengan que hacer frente a conflictos comunitarios, familiares, laborales. Otros: La experiencia nos ha demostrado que es posible incorporar una mirada de paz y derechos humanos a la ingeniería, a la filosofía, a la arquitectura, entre otros múltiples campos.
Testimonios de ex alumnas/os del Postgrado en Cultura de Paz:
Como participante de la primera promoción, pienso que la Escuela de Cultura de Paz fue pionera en la formación de mucha gente, tanto en cuanto a los contenidos y personas que las daban (recuerdo especialmente John Paul Lederach) como en el enfoque de las clases, con un fuerte componente participativo y motivando la cohesión entre los alumnos. Yo recuerdo especialmente aquel curso, y creo que me sirvió para enfocar más y mejor la carrera académica, profesional y sobre todo de activista en múltiples iniciativas de la red crítica catalana.
Ricard Vilaregut, doctor en Ciencia Política per l’UAB. Investigador del Institut de Govern i Polítiques Públiques (IGOP-UAB). Ex director del Centro Internacional Escarré para las Minorías Étnicas y las Naciones (CIEMEN)
El Postgrado en Cultura de Paz me dio una perspectiva multidisciplinar sobre retos de los conflictos y las posibilidades de la construcción de paz. Pude calificar mi pasión por la construcción de paz desde un abordaje que combinaba un enfoque práctico desde la educación para la paz con una perspectiva más académica y reflexiva.
Borja Paladini Adell, Representante del Instituto KROC en Colombia. Ex Jefe de la Oficina Territorial del PNUD en Nariño y Cauca y asesor del Ministerio del Posconflicto de Colombia.
Yo me he profesionalizado en el ámbito de la mediación y la intermediación. Los contenidos del módulo de Educación para la Paz, especialmente, han sido y son los fundamentos a partir de los cuáles he construido mis intervenciones profesionales y mis relaciones personales. Una manera de mirar que me ayuda a ser creativa para ocuparme de las diversas situaciones con las que me he ido encontrando en mi vida.
Carla Pedragosa Figueras, mediadora y formadora en educación para la paz.
El conflicto como oportunidad, que aprendí en la Escuela de Cultura de Paz, me ha servido todos estos años para enfocar el trabajo realizado desde los movimientos sociales que trabajamos para la gestión pública y fuera de la lógica mercantil de la agua.
Jaume Delclòs Ayats, técnico de la Agencia Catalana del Agua.
Hacer el Postgrado en Cultura de Paz me abrió todo un mundo, me permitió comenzar a recorrer el camino de fusionar la disciplina del arte con la educación para la paz y la resolución de conflictos. CREART trabaja hoy desde esta línea, que ha nutrido en gran parte del aprendizaje que supuso hacer el Postgrado.
Marta Mercadé Figueras, coordinadora de proyectos de educación para la paz en la ONG CREART.
El Postgrado me ayudó a reorientar el trabajo que realizaba en proyectos de Cooperación y Ayuda Humanitaria, con una visión trasformadora, más integral. Fue increíble poner en marcha muchas de las dinámicas aprendidas en Barcelona en trabajo con niños en un campo de refugiados de Darfur Oeste, con resultados muy interesantes. Conseguimos que en el equipo local trabajaran juntos miembros de tribus en conflicto, utilizando las técnicas de cultura de paz, o incluso que las comunidades se visitaran unas a otras.
Natanael Tejerina, técnico de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID)
Realista. Útil. Consistente. Inspirador. Clarificador. Maravilloso.
Juan Ortiz y Serra, Periodista y Corresponsal de Paz.