05 - ¿Cómo incorporar los contenidos de la educación para la paz en nuestra asignatura?
A menudo, incorporar la EP en nuestra asignatura supone un sobreesfuerzo. No obstante, por activa o por pasiva, transmitimos valores en la interacción con el alumnado, por lo cual es necesario tomar conciencia de ello y trabajar para que nuestra intervención en el aula promueva una cultura de la paz.
La educación para la paz – como cualquier proyecto educativo- es un proyecto ético, político y pedagógico que, como tal, impregna la vida del centro y del aula.
- Como proyecto ético se fundamenta en los valores de la paz y los derechos humanos, del rechazo a todo tipo de violencia, sea directa, estructural o cultural, dentro o fuera del centro.
- Como proyecto político busca superar la violencia estructural y transformar las relaciones de dominación y desequilibrio de poder en los diversos niveles de lo social.
- Como proyecto pedagógico promueve una forma de decir y de hacer que desemboque en la transmisión de aquellos conceptos, actitudes y, sobretodo, procedimientos vinculados a la transformación noviolenta de conflictos, la denuncia de la violencia y el respeto a los derechos humanos. Todos ellos son contenidos que nos acercan a una cultura de la paz y que, a su vez, podemos transmitir en cualquier momento de la vida del centro.
Toda persona, toda estructura social, está impregnada por un proyecto ético y político es decir por un modo concreto y particular de entender el mundo. Esto quiere decir que la estructura organizativa y los contenidos que se trabajan en el aula jamás serán neutros, sino que transmitirán unos valores, unas habilidades y un modo concreto de concebir el mundo. No tenerlo en cuenta ni explicitarlo nos conduce a educar a partir de un currículum oculto que no corresponde con las intenciones del Proyecto Educativo de Centro.
Dicho de otro modo, el currículum oculto es aquél que transmitimos a efectos del ambiente, la cultura del centro y las relaciones que en él establecemos, en palabras de Giroux : “Aquellas normas no dichas, valores y creencias implicados en la transmisión a los estudiantes por medio de reglas implícitas que estructuran la rutina y las relaciones sociales en la escuela y en la vida del aula”
En resumen, el modo en que el profesorado estructura y organiza las actividades en el aula, y la manera según la cual decide impartir el currículum y relacionarse con el alumnado, condicionan la transmisión de un determinado tipo de valores y habilidades para la convivencia, además de transmitir los contenidos académicos correspondientes. Por tanto, desde cualquier materia, sea del área que sea, es importante trabajar la educación para la paz.
Las personas nos educamos a partir de nuestra relación con el entorno, especialmente a través de la relación con personas de referencia. La relación que un profesor establece con sus alumnos es una fuente de transmisión de valores, ideas y habilidades.
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La relación educador-educando es un gran recurso de educación para la paz, siempre que se trabaje para que así sea. Debemos establecer relaciones desde el reconocimiento mutuo como personas, no sólo como profesor/a y alumno/a. Debemos establecer relaciones con cada uno de nuestros alumnos y alumnas desde el diálogo, la empatía, la igualdad y, sobretodo, desde la coherencia.
Entendemos igualdad no en base a tratar a todo el mundo por igual, sino según la idea de tratar a todo el mundo igual de bien, teniendo en cuenta sus especificidades y necesidades.
A la vez, cada cual debe respetar las exigencias de su rol: el profesorado, desde la responsabilidad de su papel y sus conocimientos, acompaña, orienta y guía al alumnado en sus procesos de aprendizaje y crecimiento. El alumnado tiene que crecer y aprender, y para hacerlo tiene que sentir que el/la profesor/a lo ayuda en este proceso. Si es así, otorgará una gran autoridad a esta persona, que será para él un referente. Si, por el contrario, la autoridad del profesor/a se funda en la coerción, los valores que se transmitirán en esta relación distarán mucho de los de la educación para la paz.
¿Cómo?
- Teniendo la certeza de que la educación es un proceso de reciprocidad por el que el profesorado también aprende del alumnado.
- Manteniendo una gran coherencia entre lo que se dice y lo que se hace. Valorar constantemente la propia actitud hacia el alumnado, con voluntad de mejorarla en base a los objetivos acordados de educar en valores y por la convivencia.
- Buscando los espacios para profundizar en las propias capacidades de comunicación, cooperación, escucha, etc., sea en formaciones personales, sea en formaciones conjuntas con el equipo de profesorado del centro.
- Creando espacios de relación individualizada a través de tutorías individuales periódicas para todo el alumnado.
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La Metodología: estructurar el aula según uno u otra metodología puede conllevar el entrenamiento en un tipo de habilidades o en otras. Si somos capaces de estructurar el aprendizaje desde procesos sociales en los que el alumno tiene que interactuar con otros compañeros, tomar decisiones sobre su propio aprendizaje, debatir o elaborar trabajos conjuntamente, promoveremos con ello una serie de habilidades sociales importantes para la convivencia pacífica. Al mismo tiempo fomentaremos la capacidad crítica y de análisis imprescindibles para aprender a posicionarse frente a los conflictos. Finalmente, aprovecharemos el potencial de aprendizaje entre iguales.
¿Cómo?
- Trabajando los contenidos académicos de las diversas áreas de conocimiento desde el aprendizaje cooperativo u otras técnicas participativas.
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La coherencia entre el equipo docente y todo el profesorado del centro. Si sabemos que desde los contenidos de cualquier asignatura y desde la relación educador-educando se transmiten valores, es necesario tomar una decisión común frente al modo de trabajarlos. Esto no quiere decir que todo el mundo deba transmitir los mismos contenidos, las mismas ideas y los mismos valores, sino que todo el mundo debe tener presente dos cosas:
- Cuál es el acuerdo de mínimos compartidos, es decir, cuáles son los valores fundamentales recogidos en el Proyecto Educativo de Centro.
- Más allá de los mínimos compartidos se hace patente la necesidad de que cada uno explicite los propios. Es importante transmitir al alumnado la certeza de que nadie es neutral, y darle oportunidades para discrepar y debatir sus valores y los nuestros.
¿Cómo?
- Garantizando la coherencia entre el profesorado y su forma de relacionarse con el alumnado, para ir todos a una en relación a los objetivos educativos en valores y habilidades para la convivencia y la paz.
Más allá de las asignaturas en que podemos abordar la educación para la paz como contenido curricular, como por ejemplo la educación por la ciudadanía o las tutorías, el resto de asignaturas, desde la literatura y la lengua, hasta la física, la historia, la educación física o las matemáticas, ofrecen la posibilidad de educar en los valores de la paz y la comprensión del mundo.
- A nivel de contenidos, introducir contenidos de paz simultáneamente al trabajo de los contenidos de la materia correspondiente:
¿Cómo?
- Adaptando los ejercicios y los ejemplos. Los análisis de morfología y sintaxis pueden aplicarse a oraciones que transmitan valores. Los cálculos matemáticos pueden permitir calcular dividendos de paz. En definitiva, los ejercicios para trabajar en clase pueden ser una vía sencilla y efectiva de incorporar los contenidos de educación para la paz en cualquier asignatura.
- Utilizando materiales complementarios que se adapten a los contenidos curriculares de las asignaturas.
- Aprovechando el carácter interdisciplinario de la paz, pueden proponerse trabajos de investigación que vinculen los contenidos de la materia con la paz.
- A nivel del enfoque que damos a los contenidos vinculables a temas sociales, el mismo tema se puede trabajar desde muchos puntos de vista distintos, uno de los cuales puede
incorporar los criterios de educación para la paz.
Enfoque de la educación tradicional y de la educación para la paz Aproximación tradicional Aproximación de paz / orden global 1. El enfoque geopolítico es el sistema Estado-Nación. 1. El enfoque geopolítico es la comunidad global. 2. Los problemas se enfocan como si fueran cuestiones diferentes. 2. Los problemas se enfocan como cuestiones estructurales o sistémicas interrelacionadas. 3. El análisis se supone neutro de valores. 3. El análisis se supone orientado por los valores. 4. La dimensión temporal prioritaria es el eje pasado/presente. 4. La dimensión temporal prioritaria es el futuro, con el pasado y el presente enfocados como instructivos. 5. Los objetivos analíticos últimos son la descripción y la predicción. 5. Los objetivos analíticos últimos son la predicción y la prescripción. 6. El objetivo operacional esencial es la toma de conciencia para manejar los problemas. 6. El objetivo operacional esencial es la participación para el cambio básico progresivo, con énfasis en el compromiso individual. 7. Los agentes primarios son los Estados-Nación y las élites gubernamentales. 7. Los agentes primarios incluyen desde individuos hasta organizaciones transnacionales e instituciones supranacionales. 8. Los agentes primarios incluyen desde individuos hasta organizaciones transnacionales e instituciones supranacionales. 8. Los objetivos políticos se entienden en términos de maximización de la realización y el bienestar humanos. 9. El poder se considera primordialmente en referencia a la fuerza militar y económica. 9. El poder se considera primordialmente en referencia a la persuasión moral y la fuerza de las personas unidas en acción noviolenta. 10. La violencia a gran escala se estima normalmente como un medio aceptable para la realización de la política. 10. La violencia a gran escala se estima normalmente como un medio no aceptable para la realización de la política. 11. La supervivencia humana se da por supuesta. 11. La supervivencia humana se supone problemática. Fuente: John Paul LEDERACH, El abecé de la paz y los conflictos. Educación para la paz, La Catarata, Madrid, 2000. p. 50.
¿Cómo?
- Explicitando los valores desde los que hablamos, explicar cómo nos posicionamos y argumentar esta decisión, y generar espacios para compartir o discrepar.
- Pidiendo al alumnado que relacione los diferentes temas tratados en el aula a partir de preguntas abiertas. Valorando la capacidad de extrapolar las cuestiones tratadas en el propio contexto geográfico, o en el momento actual.
- Complementando las reflexiones con propuestas entorno de cómo podemos cambiar las cosas, e invitar al alumnado a sentirse responsable y a actuar en consecuencia.
Recursos
Teóricos
- BARBEITO, C. CAIRETA, M. (2009). Juegos de paz. Caja de herramientas para educar hacia una cultura de paz. Los libros de la Catarata, Madrid. Libro con más de 80 actividades y apuntes de teoría para poderlas desarrollar.
- FREIRE, Paulo, El grito manso, Siglo XXI editores, 2003. Una reflexión muy interesante sobre el hecho educativo y la actitud del educador.
Algunas propuestas para trabajar contenidos de educación para la paz desde diversas materias
- Quaderns Linguapax. Textos y otros recursos para ser trabajados desde las áreas de lengua (catalana, española, francesa e inglesa), y desde las ciencias sociales. Los temas de cada monográfico que más relación guardan con la Ecuación para la Paz son: Convivir con los otros; Imágenes y estereotipos; Vivimos en un solo mundo; Cuando viajar no es un placer.
- Gabinete de asesoramiento para la convivencia y la cultura de paz de la Delegación Provincial de Educación y Ciencia de Granada. La paz en tiempos de guerra. Esta antología de actividades para secundaria incluye actividades para reflexionar sobre la guerra y la paz desde materias tan variadas como las tutorías, la expresión visual y plástica, la música, las ciencias sociales, la informática, las matemáticas o la filosofía.