La educación para la paz y la convivencia, un proyecto de centro

Herramientas para diseñar el proyecto de convivencia

09 - ¿Cómo organizo el aula?

La organización del aula nos dice muchas cosas acerca de los procesos educativos que se llevaran a cabo en de ella; sobre la direccionalidad del hecho educativo; entorno a como se reparte la autoridad, y sobre la metodología empleada. Es necesario adaptar este espacio formal a las necesidades del Proyecto Educativo de Centro.

El aula no es un medio ni simple ni neutro, sino que es un ambiente construido que ejerce cierta influencia sobre aquellos que en él conviven. El aula debe ser un lugar de encuentro con los otros, y para conseguirlo, se tiene que facilitar el conocimiento de todas las personas que forman el grupo.

El espacio debe ser coherente con los objetivos que se quieren alcanzar, lo cual sugiere la posibilidad de diversas acciones educativas y distintos modelos de aprendizaje, ya sean cognitivos, afectivos o sociales, El aula también debería ser un espacio acogedor y flexible que rompiera con el esquema clásico de explicación, preguntas y trabajo individual.

  1. Definir y ser consecuente con los criterios pedagógicos del centro: es cierto que si nuestro planteamiento como educadores es conseguir “la excelencia” individual, y priorizamos una comunicación unidireccional (de acuerdo con el modelo tradicional de clase magistral) la forma más efectiva de distribuir el aula es en base a mesas puestas en fila de cara al profesor y la pizarra. Si, por el contrario, somos conscientes de la importancia de establecer una comunicación bidireccional y queremos favorecer la relación y participación de los alumnos de acuerdo con sus necesidades, tanto cognitivas como emocionales, tanto individuales como grupales, optaremos por una organización flexible del aula.

    ¿Cómo?

    • Mediante una organización del aula que nos permita abarcar los diversos modelos de aprendizaje y diversidad metodológica: colectiva o cooperativa, si aquello que buscamos es repartir la responsabilidad del proceso enseñanza-aprendizaje; y de acuerdo con una metodología socioafectiva, si ponemos el énfasis en el trabajo emocional.
    • Aprovechando la organización del aula para favorecer el aprendizaje entre iguales.
  2. Diagnosticar y aplicar las reformas estructuralesde centro necesarias para hacer posible la aplicación de los criterios pedagógicos que hemos consensuado previamente. Es verdad que algunos de estos cambios pueden parecer complejos y no sólo dependen de nosotros, pero también descubriremos que otros se pueden conseguir con pequeñas modificaciones de mobiliario.

    ¿Cómo?

    • Haciendo un diagnóstico de los cambios estructurales posibles según nuestro Proyecto Educativo de Centro.
    • Adaptando el mobiliario a las necesidades educativas y de aprendizaje que queremos trabajar en el aula.
  3. Incentivar las medidas que hagan del aula un espacio abierto y acogedor. Tenemos que pensar que no se puede realizar una buena acogida en un aula o un centro que no sean acogedores.

    ¿Cómo?

    • Intentando convertirla en un espacio de participación de los alumnos, y procurando que el alumnado tenga voz en la distribución de los muebles, el material y la decoración. Este último punto debe recogerse en la planificación del plan de acogida.
    • Creando diferentes espacios para usos diferentes. Zonas para el trabajo individual y zonas para el colectivo o cooperativo.

      “La clase no es en absoluto un medio simple ni neutro que no ejerce ningún tipo de influencia sobre sus componentes, en diversos aspectos. Tampoco es un medio invariable. Nos encontramos, pues, frente a un ambiente ‘construido’, bien a través de una intencionalidad explícita, de la propia institución académica y del profesorado que la gestiona; bien a través de la actuación cotidiana de cada profesor y sus alumnos, de acuerdo con unas determinadas representaciones culturales e institucionales de ‘lo que debe ser una clase’. En síntesis, una clase es un ambiente condicionado por el tipo de interacciones que se dan en él, en función de las normas que regulan los horarios, los usos de los espacios, las reglas que regulan las diversas actividades, etc.”

      Joan Roé, catedrático de pedagogía de la UAB.

    • Teniendo en cuenta las necesidades de los alumnos (no sólo en lo referente a discapacidades físicas, sino también las diferencias en los ritmos de aprendizaje, intereses, etc.)
    • Superando la falta de espacio con el uso educativo de los espacios no formales del centro.

Recursos

Prácticos

Teóricos

  • La organización del espacio y del tiempo en el centro educativo, Joan Doménech i Jesús Viñas, editorial Graó. Desde el reconocimiento del tiempo y el espacio como dos recursos vinculados a la calidad educativa, propone un conjunto de reflexiones y medidas concretas que pueden contribuir a mejorar la práctica educativa.
  • La organización escolar: práctica y fundamentos, Serafín Antúnez i Joaquín Gairín, editorial Graó. Antología de textos de fundamento teórico, experiencias de centros escolares y propuestas de trabajo para el desarrollo de los propios análisis y aplicaciones.
  • Estrategias organizativas de aula, Diversos Autors, editorial Graó. En el contexto de atención a la diversidad, surge la necesidad de recuperar y redefinir estrategias metodológicas y administrativas que puedan dar respuesta a todos y todas.

Aprendizaje cooperativo

  • GIAC. Grupo de interés de aprendizaje cooperativo de la UPC. Explica de forma senilla los criterios del aprendizaje cooperativo (el qué, el cómo y el porqué), y recoje algunas experiencias.
  • Aprendizaje entre iguales. Grupo de trabajo del ICE de la UAB. Web con documentos interesantes y experiencias sobre diferentes formas ed aprendizaje entre iguales (entre ellos, aprendizaje cooperativo).