La educación para la paz y la convivencia, un proyecto de centro

Herramientas para diseñar el proyecto de convivencia

03 - ¿Qué podemos hacer cuando hay un alumno marginado?

En la mayoría de grupos es común encontrar algunos alumnos marginados. Esta situación es tan habitual que incluso la consideramos normal y, en consecuencia, no hacemos nada por cambiarla. Sin embargo, las consecuencias para la persona afectada suelen ser importantes. De otro lado, para el resto del grupo supone una experiencia de la que pueden concluir aprendizajes educativamente cuestionables.

Entendemos que cualquier escuela debe aspirar a ser inclusiva, es decir, a “ofrecer a todos los niños y niñas, sin distinción por razones de discapacidad, raza o cualquier otra diferencia, la oportunidad de continuar siendo miembros de la clase ordinaria y de aprender se sus compañeros y compañeras y junto a ellos, dentro del aula” Stainback, 2001, p.18.. El alumno marginado no disfruta de esta oportunidad, debemos trabajar para garantizársela.

Toda persona es digna de estima y reconocimiento, por difícil que pueda parecernos. Ser capaz de reconocer a cualquier persona, por distinta que sea, es un aprendizaje necesario para formar personas capaces de convivir en una cultura de paz.

Para poder reconocer a los demás, debemos primero ser capaces de reconocernos a nosotros mismos. Dicho de otro modo, trabajar el autoconcepto y la autoestima es paralelo a trabajar la estima hacia los otros. Por eso mismo hace falta, además de actividades específicas que desarrollen la estima hacia uno mismo y los demás, trabajar la formación de grupo para garantizar un ambiente de conocimiento mutuo, confianza y cooperación, en el que chicos y chicas se sientan cómodos para mostrarse libremente y participar del colectivo, y donde se vean lo bastante reconocidos como para respetar las necesidades del grupo.

La tarea del profesorado, en estos casos, debe centrarse en descubrir los aspectos positivos de la persona marginada y organizar actividades dinámicas y metodologías que promuevan que ella y el resto del grupo las descubran y valoren.

  1. Investigar cuáles son las necesidades o dificultades del chico/a y ayudarle a superarlas. A veces las reacciones de un/a alumno/a con problemas de integración son difíciles de soportar, lo cual agrava aún más la situación. Detrás de comportamientos insociables acostumbran a esconderse necesidades importantes no satisfechas, y/o falta de habilidades sociales para relacionarse positivamente. Es entonces que el educador debe superar la valoración del alumno o la alumna, fundamentada únicamente en los comportamientos visibles, y esforzarse en descubrir las necesidades profundas de esa persona para ayudarla a encontrar el modo de satisfacerlas.

    ¿Cómo?

    • Reconociéndola como una persona digna de estima, y tratándola como tal:

      • Proponer tareas con objetivos que pueda asumir a corto plazo que puedan garantizarle el éxito. Ir ampliándolas a medida que las logra. Orientarla y acompañarla en el desarrollo de las tareas encomendadas. Es importante velar para no pedir nada que esté por encima de sus capacidades.
      • Tener expectativas positivas, tanto hacia el alumno/a como en relación a lo que le pedimos. Transmitírselas mediante la actitud y el lenguaje. Reforzarla positivamente en aquello que hace bien. Las personas respondemos a las expectativas que las otras tienen de nosotras (es el conocido efecto Pigmalión), etiquetar a un/a alumno/a como el ‘inintegrable’ y tratarlo como tal, es la mejor garantía de no integrarlo jamás.
      • Promover situaciones en las que pueda tener experiencias controladas donde poner en juego habilidades sociales y tratar de mejorarlas (aprendizaje cooperativo, debate y discusión entre compañeros y compañeras, asambleas, etc.)
    • Trabajar las habilidades sociales a partir de actividades programadas:

    • Pedir ayuda y orientación a los equipos psicopedagógicos.
  1. Promover la formación de grupo como estrategia de creación de un clima de confianza y apoyo mutuo entre iguales.

    ¿Cómo?

  2. Promover actividades y situaciones en las que se trabaje la autoestima y el reconocimiento mutuo entre iguales.

    ¿Cómo?

    • En el plan de acción tutorial a través de actividades específicas. Las actividades pueden ser diversas, una posibilidad son las dinámicas socioafectivas, interesantes porque el alumnado vive en carne propia los contenidos sobre los que deberá reflexionar; pero a su vez complejas, pues hay que saber conducirlas y existe el riesgo de que pongan en evidencia situaciones de marginación. Es importante saber manejar bien la evaluación para que lo que aprenda sea aquello esperado: no se puede permitir la exclusión de nadie. De todas formas, si la dinámica pone de manifiesto una situación que el profesorado no conocía, obtendremos un punto de partida desde el que empezar a trabajar, aunque para el alumnado no sea una novedad. En este caso deberíamos preguntarnos qué ha pasado para que hasta ahora no nos hayamos dado cuenta de la situación, y poner en juego estrategias para conocer mejor al grupo.
    • En las asambleas de clase. Debatiendo de forma pausada y noviolenta los conflictos existentes en el grupo, reconociendo lo que hallamos de positivo. Debemos tener presente que hasta que el alumnado no sienta la asamblea como un espacio de debate y toma de decisiones de grupo, y hasta que no domine las habilidades de comunicación y relación adecuadas pasará un tiempo.
    • Mediante el uso de metodologías cooperativas en las horas dedicadas a áreas de conocimiento.
    • En actividades organizadas en espacios y tiempos informales.
    • Promoviendo programas de ayuda entre iguales.

Recursos

Todos ellos combinan teoría y práctica

  • Programa de competencias sociales. Habilidades cognitivas. Valores morales. Habilidades sociales. M. Segura, J.R. Expósito, M. Arcas. Material publicado y cedido al Departamento de Educación de la Generalitat de Catalunya por la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias. Podéis consultarlo en el Centro de Recursos Pedagógicos de vuestra zona.

  • (Deconstruir) la imagen del enemigo. Documento teórico con actividades didácticas complementarias sobre la imagen del otro, y las reacciones que provoca.

  • Juegos y dinámicas. Banco de recursos. Conjunto de actividades de educación para la paz, educación en el conflicto, educación intercultural, y educación para entender el mundo.
  • La Alternativa del Juego I. Antología de juegos y dinámicas de educación en y para el conflicto.
  • La Alternativa del Juego II. Antología de juegos y dinámicas de educación en y para el conflicto.
  • Web sobre maltrato entre iguales. Documentación y recursos.

  • Conflicto en el centro escolar. Programa para implementar el modelo del “alumno ayudante”, modelo de ayuda entre iguales como estrategia de intervención educativa y mejora de la convivencia.