La educación para la paz y la convivencia, un proyecto de centro

Herramientas para diseñar el proyecto de convivencia

15 - ¿Cómo hacer que los alumnos participen?

Una de las principales características de la perspectiva pedagógica debería ser el reconocimiento de que la democracia, la participación activa y real de todos los miembros de la comunidad educativa, no tiene que ser únicamente uno de los fines de la educación, sino también su medio.

Para valorar la importancia que esta innovación puede suponer, conviene tener en cuenta el desarrollo de la democracia participativa en la escuela como una de las mejores herramientas para aprender a construir la noviolencia; para mejorar la calidad de la vida en la escuela y las relaciones que en ella se establecen; para disminuir los conflictos provocados por la trasgresión de las normas; para ayudar a prevenir la violencia y desarrollar en los propios alumnos el sentido de responsabilidad, además de las diversas y complejas capacidades y habilidades (cognitivas, emocionales y conductuales) necesarias para asumir con eficacia un papel activo en la construcción de la democracia.

“El hecho de preguntar a los demás que desearían, qué necesitan y cuáles son sus ideas, constituye una parte fundamental de la idea democrática. Por muy ignorante que sea una persona, hay algo que sabe mejor que nadie: dónde la aprieta el zapato. Y ya que es el individuo el que conoce sus propios males, la democracia consiste en interrogar a cada individuo activamente, haciendo que participe realmente del proceso de autoridad y control social.” (Dewey, 1927).

Establecer una democracia participativa puede caracterizarse, como mínimo, por cuatro principios:

  • Establecer de una comunidad basada en la democracia y la justicia. La justicia de las reglas y del proceso grupal se basa en la calidad democrática y en el hecho de que los conflictos sean tratados como cuestiones de justicia entre individuos con los mismos derechos.
  • La extensión de la responsabilidad. Es importante que la asamblea o el grupo de discusión tenga autoridad real sobre muchos aspectos de la vida cotidiana del centro, y que otorgue al grupo tanta responsabilidad como sea posible.
  • Estimular la responsabilidad colectiva y crear un clima de confianza. Es necesario crear el sentido de la responsabilidad colectiva, según el cual el individuo es responsable del bienestar del grupo. A su vez, el grupo es responsable del bienestar del individuo.
  • Desarrollar el concepto de autoridad como aquella capacidad para intervenir y resolver los conflictos de forma justa.
  1. Crear o adaptar los espacios físicos para poder desarrollar una democracia participativa y real.

    ¿Cómo?

    • Creando espacios distintos para usos diversos. Zonas para el trabajo individual, otras para el aprendizaje cooperativo, etc.
    • Reconociendo las diferentes necesidades del alumnado (no sólo por lo que respecta a discapacidades físicas, sino también diferencias en los ritmos de aprendizaje, intereses, etc.)
  2. Dar a todos los alumnos la oportunidad de participar en la organización de una comunidad democrática.

    ¿Cómo?

    • Facilitando previamente toda la información necesaria sobre las funciones que tendrán los órganos de participación y los temas que tratarán en las reuniones.
    • Procurando que el alumnado tenga voz en la distribución de los muebles, el material, la decoración, etc.
    • A través de la asamblea de aula, que puede estar también representada en otros contextos democráticos como el consejo de delegados.
    • A través de los coordinadores de las diversas comisiones creadas con objetivos específicos.
    • Creando unidades muy pequeñas (de menos de 10 jóvenes) que se sientan responsables sobre cada uno de los individuos que en ellas participan. El contexto idóneo para llevarlo a cabo son las actividades de tutoría en cada clase.
  3. Repartir el poder y la responsabilidad, propiciando contextos en los que participen profesores y alumnos, y se tomen decisiones de forma democrática a través del diálogo y el consenso.

    ¿Cómo?

    • A través de comisiones mixtas de nivel (compuestas, por ejemplo, por delegados y tutores).
    • Con el nombre específico de la tarea encomendada (por ejemplo, comisión de convivencia, de medio ambiente o de programación de actividades extraescolares).
  4. Desarrollar un nuevo concepto de comunidad, de relación con las normas y la autoridad. Cuando todos los miembros de la comunidad tienen un rol activo en la creación de normas, y éstas se conciben como instrumento para mejorar el bienestar de la comunidad, su incumplimiento deja de representar una mera desobediencia y pasa a ser entendido como una incoherencia (falta de lealtad) hacia uno mismo y hacia el grupo al que uno siente que pertenece. Por otro lado, a través de la democracia participativa, aumenta la eficacia del profesor en la transmisión de valores, puesto que disminuye su asociación con el poder coercitivo y aumenta su legitimidad y poder de identificación.

Experiencias

Recursos

  • La organización escolar: práctica y fundamentos, (capítulo 3) Serafín Antúnez y Joaquín Gairín. editorial Graó. Antología de textos de fundamento teórico, experiencias de centros escolares y propuestas de trabajo para desarrollar los propios análisis y aplicaciones.
  • Processos de comunicació, participació democràtica i consens a la Escola. Material elaborado por el Seminari Permanent d'Educació per a la Pau de Badalona para trabajar el tema de la democracia y la participación en la escuela, a raíz del DENIP 2004.
  • L' Organització del treball i les relacions socials a l’aula. Participació o domesticació. Monogràfic de la revista Illacrua, núm. 31, Dossier.