Per Ivan Navarro. Africaye.
El 15 de abril se produjeron intensos combates en Jartum, capital de Sudán, y en otros puntos del país protagonizados por choques entre las Fuerzas Armadas de Sudán (SAF) dirigidas por el general Abdel Fattah al-Burhan (presidente del gobierno) y las fuerzas paramilitares Rappid Support Forces (RSF), dirigidas por el teniente general Mohamed Hamdan Dagalo “Hemedti” (vicepresidente del gobierno). Si bien se suponía que el pasado 11 de abril el país entraría en una nueva fase de transición política con la entrega del poder por parte de la Junta Militar a un gobierno civil acordado en 2022 tras meses de negociaciones, los dos generales que dirigen el país han vuelto a llevar al Sudán a una espiral de violencia, que veremos si se transforma en una nueva guerra civil. Algunas de las causas de fondo de la disputa residen en la pérdida de poder del aparato militar y, sobre todo, en la reforma del sector de seguridad que prevé la integración de las RSF en un Ejército nacional unificado.